Tras una dolorosa espera, los familiares recibieron ayer la noticia: los cuerpos hallados en Tumaco, frente a Esmeraldas, eran de los miembros del equipo periodístico de EL COMERCIO secuestrado hace tres meses en Mataje.
Durante el traslado a Cali y las pericias legales, el calvario para las familias de nuestros compañeros se alargó.
El Fiscal de Colombia, al entregar la noticia a los medios de comunicación junto al abogado de los familiares del equipo ecuatoriano, empeñó la palabra oficial de Colombia para que nada quede en la impunidad. Se la tomamos.
Las familias, los periodistas ecuatorianos y la opinión pública exigen la verdad y el castigo a los autores del crimen que lastima a la libre expresión.
El 26 de marzo, Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra pasaron con autorización militar el control de seguridad para seguir informando al país.
Desde el 27 de enero, cuando se produjo el atentado junto al cuartel policial de San Lorenzo, este Diario hizo 13 desplazamientos a la zona. Pocos días antes del fatídico viaje, ocurrió el ataque que causó la muerte de cuatro infantes de marina. Era importante seguir cubriendo -como lo hemos hecho durante dos décadas- los efectos de las actividades ilícitas en la frontera.
Ellos fueron secuestrados en territorio ecuatoriano. El 13 de abril se confirmó su asesinato. Los cuerpos aparecieron apenas la semana anterior.
Que Javier, Paúl y Efraín puedan descansar en paz y que la justicia brille.