El Gobierno del Ecuador, por intermedio de su ministro de Relaciones Exteriores, José Valencia, anunció la salida de nuestro país de la ALBA.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América fue una respuesta geopolítica al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). Era la época de los discursos grandilocuentes y el liderazgo de Hugo Chávez, apoyado por Fidel y Raúl Castro.
Fueron justamente Venezuela y Cuba los que lideraron a otros países como Nicaragua, Bolivia y Ecuador, en tiempos de la revolución ciudadana y bolivariana. Junto a ellos, suscribieron la iniciativa varios pequeños estados del continente y el Caribe.
El libre comercio entre los países de la ALBA es ínfimo; por el contrario, los dirigentes políticos usaron al organismo como foro de discursos, citas y proclamas con la retórica antiimperialista y vacía que primó en la década pasada.
José Valencia explicó el sentido de la decisión del Gobierno: ‘lo que busca es ratificar la independencia de nuestro país en su accionar general en la política regional, marcado en principios’.
El Canciller criticó la falta de voluntad política de Venezuela frente a la actual crisis humanitaria y ratificó la línea de Ecuador en la búsqueda de soluciones frente a los problemas.
El Ecuador forma parte de varias organizaciones y foros: la ONU, la OEA, la CAN y hasta la tan venida a menos Unasur, y expresa su vocación por la solución pacífica de las controversias.