Messi reconoció su error, tras vencer a Croacia. No hay que darse por vencido y siempre hay que sobreponerse.
Nunca hay que darse por vencido, nunca. La vida ofrece segundas, terceras… oportunidades. La diferencia entre seguir en la derrota y alcanzar el triunfo es pararse, luchar y reconocer dónde estuvo el error para el siguiente intento.
Al final del cotejo jugado ayer entre Argentina y Croacia, que permitió a la Albiceleste llegar a su sexta final en Copas del Mundo, el capitán e Ãdolo argentino Lionel Messi reconoció un error. Tras las derrotas argentinas en las Copas América de 2015 y 2016 y en el Mundial de 2014, él decidió renunciar a su selección. En ese entonces lució perdido.
Esa fue su equivocación, aceptó en sus declaraciones. Inmediatamente añadió que nunca hay que darse por vencido. Aprendió la lección.
El próximo domingo 18 de diciembre de 2022, este equipo sudamericano buscará su tercera corona ante el ganador del cotejo Francia vs. Marruecos, que se juega este miércoles.
La vida le concedió una revancha no solo a Messi sino a un paÃs. Puede ganar o perder en esta final de Catar 2022, pero lo importante es que lo intentó y motivó a un grupo de jóvenes y a 45 millones de habitantes.
El triunfo personal no es lo más relevante al final de cuentas, sino demostrar que un lÃder nunca se rinde y conduce a su equipo. La recompensa es el respeto, la trascendencia, la huella que dejará en el futuro.
Es su mejor Mundial por rendimiento, goles, asistencias… pero, sobre todo, por personalidad y madurez. Nada que reprochar.
Y asà es la vida. Es importante asimilar las derrotas y aprender de estas. Y hay que entender que no son eternas. Siempre habrá otra vez.
Este aprendizaje se puede aplicar en cualquier ámbito, como los estudios, la profesión o una empresa. Si bien todo es finito y hay altibajos, con muchos problemas casi insuperables, lo realmente trascendente y significativo es la lealtad, el respeto, la sinceridad y la dignidad.
La derrota del ahora, que agradará a unos, será la base del éxito en el futuro, cuando el talento está demostrado. Y ese talento se destaca aún más cuando se hace mucho con poco. La abundancia oculta las debilidades; es en la escasez donde afloran las virtudes. Asà de sencillo.
Qué equipo, empresa o profesional… no ha enfrentado una derrota; la diferencia se marca con la fortaleza para seguir intentando.