La destitución de los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control social se venÃa venir, pues, desde la posesión del legislativo, era parte de su agenda. Era sólo cuestión de tiempo para que las fuerzas que dominan la Asamblea se organicen para descabezar a sus miembros; y esto, por fin se dio la semana pasada cuando destituyeron a cuatro de ellos.
No obstante, un juez de la Concordia, aceptó una medida cautelar y dejó sin efecto la resolución de destitución de la Asamblea Nacional, dejando a fojas cero este proceso, restituyendo a los funcionarios a sus cargos.
Estos hechos recientes, demuestran que, no hay duda de que el Cpccs constituye para los actores polÃticos la joya de la corona a la cual hay que cooptar para obtener gran poder. Pues desde allÃ, se controla la designación de los órganos de control; y para intereses poco honestos, les conviene contaminar ese organismo y validar la impunidad. Por tanto, tampoco les conviene a estos intereses, que lleguen a ocupar esas carteras ciudadanos independientes y de reconocida trayectoria, por lo que se afanan en impedir que esto ocurra.
Y justamente estos lÃos, coinciden con que el proceso de designación del Contralor General del Estado ha iniciado. Y, dada la importancia de esa cartera por su rol clave en la lucha contra la corrupción y el fomento de la transparencia, se ha disparado una batalla por controlar esa designación. En este escenario, es importante insistir en lo peligroso que es, que el nombramiento de los órganos de control siga estando en manos de un órgano tan susceptible de ser cooptado polÃticamente.
El paÃs necesita autoridades independientes para poder luchar contra la corrupción de forma efectiva, y eso va a ser imposible mientras los procesos sigan contaminados por intereses polÃticos. Por eso, es importante que en la próxima consulta, la ciudadanÃa con su voto se pronuncie y pueda abrir un camino para subsanar este error histórico. Ojalá.