No es nuevo pero hoy resultan más descaradas las intenciones de la mayoría legislativa, a la cabeza el correísmo con el respaldo del PSC y los correístas de Pachacutik, de tomarse el Consejo de Participación Ciudadana, organismo perverso que debiera desaparecer. En la actual estructura constitucional resulta suficiente tomarse esa institución para someter a todos los entes de control porque les afecta tanto por ser protagonistas de actos de corrupción y podrá servir contra enemigos y gobierno. Quieren engañar al país con un juicio político urgente solo a la actual mayoría del CPCCS, ni siquiera a todos, porque allí hay hasta intereses familiares.
Diez años de ese gobierno corrupto y todavía hay tanto que investigar, procesos penales pendientes, glosas millonarias, obras mal hechas, contratos con sobreprecios y tantas fechorías más que les obliga a desafiar a la paciencia del país. Plantearon juicios políticos, supuestamente bien sustentados, contra el Contralor y el Procurador y luego se contradicen al renunciar a eso porque les interesa controlar el CPCCS.
La vieja historia se repite. Hace un par de décadas un partido fuerte, señalado por controlar a la justicia, persiguió al Superintendente de Telecomunicaciones. Lo enjuiciaron políticamente; no fue destituido pero denunció al interpelante y fue perseguido por la justicia hasta lograr una sentencia condenatoria. El estilo del momento era del líder de ese partido que se calificaba “perro con hambre”. Así persiguió de manera implacable a otro ex presidente. Para eso quieren los entes de control y la justicia.
Políticos que se burlan del país, que se acostumbraron (viejos y nuevos que aprenden rápido las mañas) a vivir en este estilo, sin aportar a la solución de los problemas sociales urgentes. ¿Puede el país mirar impasible e indiferente frente a estas pretensiones de estos políticos desprestigiados, que les importa un comino la nación y que se creen dueños de los destinos del pueblo? ¡Ya basta! ¡O muerte cruzada o revocatoria del mandato!