En 1992 había un auge de creación de universidades. Pero ese auge no tenía que ver con su desarrollo y calidad académica. En muchos sentidos, era síntoma de un fenómeno contrario: el deterioro de la universidad pública y la multiplicación de instituciones privadas que se habían abierto por negocio.
Años de arrastre de erradas políticas de ingreso, resistencia a la reforma y modernización, poca o ninguna autocrítica y, sobre todo, la aplicación de los dogmas neoliberales de dependencia del mercado, habían llevado a la educación superior a una verdadera crisis.
Uno de los efectos de esa crisis fue que, pese a la proliferación de instituciones, extensiones, carreras y oferta de títulos, no se había desarrollado el posgrado. Apenas existían unos pocos programas de especialización médica y de maestría en ciencias sociales. Ecuador estaba atrasado en el proceso continental de cambio de los sistemas universitarios y de crecimiento de los posgrados.
En esas condiciones, la decisión de fundar una centro de posgrado internacional en el país, llenó una necesidad sentida. La Universidad Andina Simón Bolívar se estableció en Quito en ese año 1992, alentada por las instancias de integración andina, por el gobierno del Ecuador, por la legislatura y por la sociedad nacional toda.
La Universidad Andina Simón Bolívar es una institución de derecho público internacional, que forma parte del Sistema Andino de Integración, según lo establece el Acuerdo de Integración Subregional Andino (Acuerdo de Cartagena), del que Ecuador es parte. Fue legalmente reconocida como universidad pública por la legislación ecuatoriana, y como tal forma parte del Sistema de Educación Superior del país.
Desde sus primeros años, su crecimiento fue rápido y consistente. Logró cumplir sentidas necesidades nacionales. Organizó programas de posgrado, entre ellos, maestrías pioneras, los primeros cursos de especialización y también los primeros doctorados internacionales, a nivel de PhD, que se hacían en el Ecuador. Se intensificó también la investigación científica. La universidad se constituyó en un eje de relación del país con el exterior. Profesores, investigadores y alumnos de 35 países de América Latina, Norteamérica, Europa y los demás continentes han pasado por sus aulas. Ahora es referente del Ecuador en muchos ámbitos intelectuales y centro en la consolidación de Quito y el Ecuador como destinos culturales y académicos.
Este mes, la Universidad Andina cumple 25 años. Los está celebrando con renovados esfuerzos por seguir siendo una casa de estudios profundamente ecuatoriana, pero al tiempo con radical vocación internacional, que la proyecta al futuro como centro de excelencia que da testimonio de que el Ecuador tiene educación superior de calidad mundial.