Los perros de soporte emocional cuidan la salud mental de sus dueños. Foto: Vicente Costales / Narices Frías
Existen dos tipos de perros de servicio. Por un lado están los canes de asistencia. Ellos ayudan a personas no videntes o alertan ante próximos ataques de epilepsia para que sus propietarios puedan colocarse sus medicamentos. También están los animales de soporte emocional. Estos tienen la tarea de cuidar la salud mental de sus propietarios.
El trabajo de los segundos es ayudar a disminuir los niveles de ansiedad de las personas en algunas situaciones. Los viajes en avión, por ejemplo, pueden causar estrés en algunos pasajeros. Aquellos que tienen fobia a la altura, por mencionar un caso, pueden beneficiarse de uno de estos canes.
“Va más allá de tener el gusto de que tu mascota viaje contigo”, señala Gabriel Carrión, especialista en comportamiento canino de Lord Guau. El perro debe cumplir parámetros muy estrictos y la necesidad del dueño debe ser real.
Las personas que necesitan canes de soporte emocional
Los animales brindan amor incondicional y empatía, necesidades básicas de los seres humanos. Foto: Vicente Costales / Narices Frías.
Cristina Cordovez, máster en salud mental y psicóloga de niños y adultos, recomienda tener una mascota a quienes tienen problemas de ansiedad, depresión o dificultad para controlar la ira. “El perro te da amor incondicional y empatía, que son las necesidades básicas que tienen personas y animales”, dice la especialista
En el caso de un niño con Asperger, un trastorno del espectro autista, se puede enseñar a la mascota a detener la actitud violenta que puede tener el paciente. Si el pequeño se frustra y se empieza a golpear la cabeza con la mano, el can va a reconocer esta conducta y va a utilizar su pata para bajar la mano del niño. “Al sentir la presión del perro, se detiene y además se siente protegido y acompañado”, indica la psicóloga.
En el caso de las personas con agorafobia, o miedo a salir de una zona segura como el hogar, el perro viene a reemplazar a un miembro familiar. “Cumple carencias de soledad, llegan a tratar a la mascota como si fuera parte de su familia o grupo de apoyo íntimo”, dice Cordovez. El paciente tiene tanta confianza en el animal que ya puede salir de casa y no sentirse sola.
Casos de estrés postraumático también se benefician de los canes de servicio. Según la especialista hay estudios que demuestran que las personas descargan el estrés y la ansiedad en el animal a través del tacto y los abrazos. Debido a que el animal es dócil, las personas absorben esta tranquilidad.
La preparación de los perros
Los canes deben tener entrenamiento en obediencia y ser sociables. Foto: Vicente Costales / Narices Frías.
La calificación del perro tiene varias etapas. Para asegurarse de que el animal no va a ser un riesgo para la seguridad del vuelo, el can debe tener un entrenamiento en obediencia. Debe ser capaz de cumplir órdenes como ‘quieto’, ‘sentado’, ‘callado’, ‘ven’. De esta forma, si el pasajero debe ir al baño durante el vuelo, el animal puede permanecer en su sitio sin moverse. Otro requisito es que la mascota sea sociable. Esto se logra con adiestramiento.
Para viajar con un perro de soporte emocional se necesita cumplir con una documentación, explica Francisco Zumárraga, del servicio Pet Travel. Esta incluye un certificado de un médico psicólogo o psiquiatra que indique la necesidad de la persona de tener un perro de soporte emocional. Debe ser en hoja membretada, con números de contacto del profesional. De esta manera la aerolínea puede confirmar la información antes del viaje.
También, es necesario cubrir todos los requisitos para cualquier mascota que viaja dentro o fuera del país. Esto incluye vacunación, uso de microchip, contar con un certificado de anticuerpos de rabia en el plasma sanguíneo (para destinos en Europa) y autorizaciones de salida del país por las autoridades nacionales.
Los requisitos necesarios
Los perros de soporte emocional deben estar identificados con un chaleco distintivo. Foto: Vicente Costales / Narices Frías.
Dependiendo de la aerolínea, hay que notificar del viaje con cierta anticipación. Generalmente se aceptan 48 horas de antelación, aunque mientras sea mayor, será más fácil para el personal acomodar al pasajero y a su mascota.
Otra opción es acceder a un certificado emitido por una autoridad internacional en el que se incluye la fotografía, nombres y datos del animal y su propietario. Esto les garantiza a las aerolíneas que el perro tendrá un buen comportamiento en el vuelo.
Recientemente se incorporó este servicio en el Ecuador. La empresa Lord Guau gestiona con los organismos internacionales para la calificación y certificación del perro. Con el documento, el can puede ingresar a vuelos, transporte público, centros comerciales, museos, y otras locaciones de acceso restringido a mascotas.