Las mascotas son los nuevos viajeros frecuentes

Tomasina, una gata de ocho años, llegó al Ecuador el 6 de septiembre de 2018 en un vuelo de cargo. Foto: Gabriela Castellanos / Narices Frías

Tomasina, una gata de ocho años, llegó al Ecuador el 6 de septiembre de 2018 en un vuelo de cargo. Foto: Gabriela Castellanos / Narices Frías

En el 2017 viajaron 6 729 animales de compañía desde y hacia Ecuador. Foto: Freepik

Hay una tendencia global de incluir a los animales de compañía en las actividades familiares como salidas a comer, paseos e incluso vacaciones y viajes internacionales. En aviones, hay tres modalidades de viaje: como equipaje acompañado dentro de cabina, como equipaje acompañado en bodega y como cargo.

Según Julio Mejía, director de control zoosanitario de Agrocalidad (que se encarga de emitir los certificados zoosanitarios que permiten el ingreso y salida de animales del país), en el 2017 viajaron 6 729 mascotas en las diferentes modalidades.

Según Gabriel Carrión, gerente de Lord Guau, que se encarga de apoyar en el servicio de traslado de animales de compañía, cada vez más animales viajan por cargo debido a las regulaciones de las aerolíneas sobre el tamaño, peso y raza de los animales. En esta modalidad el animal no viaja en el mismo vuelo que su dueño, sino en aviones especiales que transportan mercancía de importación.

Este fue el medio elegido por Emilia Mantilla, quien vivía en la ciudad de Cork, Irlanda con su familia y su gata Tomasina. La familia decidió mudarse de regreso al Ecuador y para ellos no fue una opción dejar atrás a su mascota. Emilia llegó el 4 de septiembre con su esposo, su hija de dos años y un bebé de dos meses de edad.

Tomasina llegó al país el 6 de septiembre de 2018 en un vuelo de cargo. Pero cuatro meses antes del viaje, Emilia contrató los servicios de una empresa que se encarga de los trámites pues le resultaba complicado seguir el proceso con dos niños pequeños.

Narices Frías acompañó el proceso de nacionalización de Tomasina desde los días previos a su llegada hasta el momento que salió del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre en Quito.

Su vuelo llegó a las 14:40. Aproximadamente una hora después de su arribo, Tomasina fue trasladada a una bodega de cargo. Allí permaneció bajo custodia del servicio de Aduanas mientras se realizaban los trámites para su entrada al país.

Tomasina, una gata de ocho años, llegó al Ecuador el 6 de septiembre de 2018 en un vuelo de cargo. Foto: Gabriela Castellanos / Narices Frías

El proceso:

La legislación ecuatoriana permite a los viajeros ingresar con dos animales de compañía. Estos pueden llegar hasta 20 días antes o después de la llegada de los pasajeros.

Lo primero es retirar la guía aérea. Este documento, emitido por las aerolíneas, certifica que el animal fue trasladado. Luego se debe consultar con las aerolíneas la bodega asignada para la mascota.

La persona encargada de los trámites debe acudir a la oficina de Agrocalidad en el aeropuerto para solicitar una inspección por parte de un médico veterinario. Previamente se debe realizar un pago de USD 26,20 por la emisión de un Certificado Zoosanitario de Exportación. Esto puede hacerse por un depósito bancario, transferencia o directamente en la agencia.

El chequeo de un médico veterinario de Agrocalidad toma aproximadamente 15 minutos. En el procedimiento se verifica la identidad del animal y que haya llegado en buenas condiciones. Con esto se emite el certificado que permite la nacionalización de la mascota. Además para evitar esperas se recomienda notificar a Agrocalidad de la llegada de la mascota con 72 horas de anticipación.

Con estos documentos las personas deben acercarse a Aduana para una revisión. Allí se verifican todos los documentos: certificados zoosanitarios del país de origen y destino, datos de identificación de la mascota y su propietario, guía aérea y pasaje de su dueño.

Si todos los documentos están en orden se procede con la liberación del animal. Sin embargo esto puede tardar algunas horas. En el caso de Tomasina fueron casi cinco horas desde su llegada hasta su entrega.

Según la Secretaría Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), si el pasajero no puede retirar a la mascota tiene una opción adicional. “Otra persona puede retirar a la mascota con una carta de autorización firmada por el dueño siempre y cuando este último haya arribado al país y exista la prueba de ello casi contrario no se configura aún la figura de equipaje de pasajero”.

El bienestar animal

El caso de Tomasina no es el único. En julio de este año llegó Mía, una bulldog francés desde Santiago de Chile. Su vuelo llegó a Quito a las 11:30 am.

Su dueña, Catalina Argüelles, contó que estuvo desde las 10:00 en el aeropuerto para realizar los trámites con anticipación y evitar que su mascota permanezca más tiempo en la jaula. Sin embargo recién a las 16:30 le entregaron a su perra.

“Considero que los procesos en la llegada de un animal del exterior deberían ser más humanos. No se puede manejar de la misma manera a un perro o un gato que a una caja de mercancía, un mueble o en general una cosa. Son seres vivos y para muchos de nosotros otro integrante de la familia, a quien estamos esperando ansiosamente”.

Fernando Pacheco, gerente de Logike Cargo, empresa encargada del traslado de Tomasina, piensa que aunque las autoridades en general se muestran receptivas para ayudar a los usuarios, el flujo actual de pasajeros de cuatro patas puede ser una señal de que se necesite establecer procedimientos más acelerados que permitan reunir a las familias con sus animales de compañía en menor tiempo. “Si bien en la legislación se considera a los animales como bienes, no son iguales a mercancías. No se trata de no hacer los procesos establecidos, sino de considerar que son animales vivos y más que eso, son parte de la familia”.

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