Los alimentos de consumo humano tienen altas cantidades de condimentos que pueden afectar a los animales de compañía. Foto: Pixabay
¿Alguna vez le ha dado sobras de su comida a su mascota? Si es así, probablemente no conocía que la mayoría de condimentos que se utilizan en la preparación de alimentos de consumo humano tiene riesgos para la salud de los animales de compañía.
El pollo, pescado o carne se preparan a menudo con sal, pimienta, comino y otros ingredientes para darles más sabor. “Los dueños no saben con certeza en qué cantidad un alimento puede ser tóxico; por seguridad debemos evitarlo”, aclara el médico Ramiro Ortega, veterinario especialista en pequeñas especies. Para él, antes de entregarles cualquier alimento que no sea específicamente para mascotas hay que consultar con los veterinarios.
La cebolla y el ajo también son frecuentes en la cocina. Estos dos productos dañan la hemoglobina, dice el portal veterinario PetMD. Esta condición provoca que las células rojas se rompan y puede causar anemia.
“En casos muy severos puede llevar a daño de órganos e, incluso, la muerte”, precisa el sitio. Aunque en Internet puede encontrarse información sobre los beneficios del ajo para evitar pulgas, los especialistas veterinarios recomiendan mantenerlo alejado de la dieta de las mascotas.
La paprika y la pimienta tampoco son recomendables. Según un estudio de la Universidad de Glasgow pueden causar irritaciones en ojos y piel. También pueden provocar molestias gastrointestinales.
Por otro lado, aunque la sal (sodio) es necesario para todos los seres vivos, un exceso puede llevar a problemas renales. El alimento balanceado de las mascotas logra satisfacer la necesidad nutricional de este componente. El consumo de productos muy salados hace que tengan más sed. Los dueños deben asegurarse de que tengan mucha agua fresca para evitar la deshidratación.