Bodza, el perro que fue despedido como un héroe de guerra

Bodza era un experto en la materia pues llevaba sirviendo para las Fuerzas Aéreas desde 2006

En el 2016, el soldado estadounidense Kyle Smith tuvo que tomar una decisión que lo marcó para toda la vida. Su perro Bodza fue diagnosticado con una enfermedad degenerativa incurable y debía elegir entre seguir alargando sus días o aceptar una inyección y cerrar así una etapa maravillosa junto a su mejor amigo. Smith escogió la segunda y su imagen dando el último adiós a su can dio la vuelta al mundo.
La historia de Bodza y Smith se remonta al 2012, año en que el soldado de la Fuerza Áerea de Estados Unidos conoció al perro. Años más tarde empezarían a trabajar juntos. El animal acompañó al estadounidense en misiones de desminado en lugares como Kirguistán, Irak, Kuwait y en otros países del Golfo.
Bodza era un experto en la materia pues llevaba sirviendo para las Fuerzas Aéreas desde 2006. Era conocido por su destreza en la detención de explosivos y su trabajo ayudó a salvar varias vidas.
Kyle Smith served four military tours with Bodza and adopted him in 2014 when the German Shepherd was retired from duty. Good dog. R.I.P. pic.twitter.com/wb9QuL67A9
— Eric Alper (@ThatEricAlper) 11 de marzo de 2017
“Me encantó trabajar con él porque me enseñó mucho sobre la paciencia y el trabajo, que no trata sólo sobre uno mismo”, explica Smith a ‘The Dodo’, uno de los portales que recogió la historia y que la difundió el pasado 3 de marzo de 2017.
Cuando el can recibió la baja, en el 2015, el soldado solicitó llevarlo a casa. En diciembre pasado, el perro fue diagnosticado con mielopatía degenerativa, una enfermedad incurable que afectaba su médula. En aquel entonces, los veterinarios estipularon seis meses de vida. Para entonces, el perro perdió movilidad y sufría.
Ante la situación, Kyle decidió dormir a su amigo. Compañeros del soldado permanecieron en el lugar para solidarizarse con su camarada, pero no sólo eso, el jefe de Smith, que también se dio cita al lugar, ordenó envolver a Bodza en una bandera. Tal y como se hace con los féretros de los soldados estadounidenses fallecidos.
La imagen dio la vuelta al mundo como uno de los gestos más loables para una mascota. “Él tenía una sonrisa en el rostro cuando se estaba durmiendo. A pesar de mi tristeza, él parecía feliz en sus últimos momentos“, recordó el soldado
Finalmente, los restos del can fueron cremados y enterrados en la casa de su amo. En el lugar, Kyle ubicó varias fotografías de la trayectoria de Bodza para así mantener viva su imagen como héroe y mejor amigo.
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