
'Dini-Robotin' ayuda a determinar el estado de ánimo de las personas con autismo. Foto: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO
Emily, de 7 años, es la creadora de ‘Dini-Robotín’

La tecnología no tiene límite ni edad en el Campus Party 2015. Emily Ulloa nació en Manta, tiene 7 años y, este año, presenta su primera creación: un robot llamado ‘Dini-Robotín’.
Este robot interactivo tiene la apariencia de ‘Wall-E’, cuatro botones, un sistema operativo y un propósito: ayudar a los niños autistas.
“A veces, la gente no sabe qué expresión tienen o qué sienten estos niños y este robot va a ayudar a entenderlos”, dice Ulloa.
‘Dini-Robotín’ cuenta con todo un sistema operativo que permite determinar el estado de ánimo de las personas con autismo gracias a los movimientos que hace según el botón que presione el niño: 1- feliz, 2-normal, 3-molesto y 4-triste.
Desde pequeña, Emily Ulloa tuvo un acercamiento con la tecnología a través de su tío y su padre. A los 4 años, empezó a aprender sobre este ámbito con Scratch, un programa interactivo dirigido para adolescentes de 15 años en adelante, pero ella demuestra que la edad no es ninguna limitación a la hora de aprender.
A los 6 años, empezó a estudiar robótica y ha seguido interesándose por la tecnología. Esta es la primera vez que asiste al Campus Party y, a sus 7 años, ya tiene en mente los dos próximos robots que quiere construir.