Serena (izq.) y Venus (der.) Williams se enfrentarán en los cuartos de final del Abierto de Tenis de Estados Unidos. Foto: Agencia EFE
En el camino a su Grand Slam calendario, Serena Williams tendrá un choque difícil desde lo tenístico y emocional cuando juegue ante su hermana Venus en los cuartos de final del Abierto de tenis de Estados Unidos. Serena y Venus Williams han marcado a los últimos 15 años del tenis femenino con una rivalidad tan fuerte como increíble.
Se enfrentaron 26 veces como profesionales. Si bien Serena domina el historial, Venus consiguió ganarle once veces, mucho más que otras rivales como Justin Henin, Kim Clijsters, Lindsay Davenport, Maria Sharapova. “Estaré jugando, para mí, contra la mejor jugadora del torneo. Eso nunca es fácil. Ella me ha vencido tantas veces, he aceptado tantas derrotas ante ella, más que contra cualquier otra”, valoró Serena, que trae una racha de 31 victorias consecutivas en el US Open, donde no pierde desde 2011.
“Ella sabe cómo ganarme, conoce mis debilidades mejor que nadie”, agregó la número uno del mundo, que ganó los últimos cuatro Grand Slams. “Las dos estamos preparadas, ella está jugando bien y cuando conocimos el cuadro las dos nos preparamos para el caso de que nos crucemos. No siempre pasa pero algunas veces sí. Entonces tenemos que jugar”, aseguró Venus, de 35 años y campeona en el 2000 y en 2001 del US Open.
Serena está a tres partidos de hacer todavía más grande su leyenda. Luego de sus títulos en el Abierto de Australia, Roland Garros y Wimbledon necesita revalidar su trofeo en Flushing Meadows para conseguir el Grand Slam en un mismo año, algo que no sucede desde 1988, cuando Steffi Graf conquistó el Grand Slam dorado añadiendo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Seul a los cuatro Grandes.
Hay una enorme expectativa por ver a Serena consagrándose en la final del próximo sábado. Las entradas están agotadas desde antes del comienzo del torneo -algo que nunca antes pasó- y sus colegas están siguiendo sus partidos con gran atención deseando que la estadounidense logre hacer historia. “Nadie quiere ser aguafiestas. Pienso que a la gente le encanta ver la historia.
Nadie sale a la cancha para aguar la fiesta, pero al mismo tiempo tengo que estar concentrada en ganar mi partido, incluso si las circunstancias son muy diferentes a lo que esperas”, explicó Venus sobre sus posibilidades de arruinar la posibilidad de su hermana menor.
Así como es increíble la rivalidad entre las Williams, desde los primeros enfrentamientos, allá por 1998, los partidos Venus y Serena levantan suspicasia. Muchas veces se acusó al patriarca de la familia, Richard Williams, de elegir cuál de sus hijas tenía mejores posibilidades de seguir avanzando y digitar el resultado. “Él no dirá nada, simplemente estará relajado y divirtiéndose. Especialmente cuando jugamos nuestros partidos, él directamente decide no venir”, negó Venus. “Las dos somos sus hijas, así que cualquiera gane, será una victoria para él. Pienso que es la manera en que los padres se sienten respecto a sus hijos”, agregó la mayor de las hermanas, de 35 años.