En la foto lateral Manzanares y Roca Rey comparten la puerta grande en la última noche extremeña. Antonio Ferrera volvió y triunfó a lo grande tras dos años apartado de los ruedos por una fuerte. Foto: Agencia EFE
La afición taurina de Olivenza, Badajoz, Extremadura, volvió a vibrar con figuras del toreo. Una vez más el calor lo pusieron los toros y toreros en el ruedo contrastando con la lluvia y el frío que esta primera feria ‘ grande’ en plaza pequeña suele caracterizar.
A más de los protagonistas vestidos de luces, varios personajes de la fiesta se dan cita cada año al empezar la temporada española al llamado de excelentes combinaciones, en una plaza pequeña pero de gran sabor y tronío.
Tres corridas de toros y dos novilladas de aquellos toreros que apuntan al futuro compusieron el cartel de este año. En la primera de las tres corridas salieron a hombros Julián López, ‘El Juli’ junto con un torero emblemático de la tierra que le dio acogida.
Antonio Ferrera, apartado por dos años de los ruedos por una fuerte lesión ósea. Pudo expresar Antonio el ramillete de una tauromaquia que ha ido cultivando en 20 años de matador de toros y que hoy es viva muestra de su madurez y esplendor. Una oreja por toro de la corrida de Garcigrande.
“El lote de El Juli fue excelente y las dos faenas tuvieron las mismas premisas: ligazón, mano baja y muletazo que parecía no tener fin, sin dejarse nunca tocar la muleta. Toreo depuradísimo, intenso, sin decaer nunca. Cortó tres orejas”. Talavante dejó su perfume e inspiración. La plaza se llenó.
El domingo, en la corrida matinal, el triunfo de puerta grande fue para Miguel Ángel Perera y Ginés Marín con los toros de Zalduendo, mientras que volvió a mostrar sus excelentes condiciones José Garrido que se llevó una oreja.
El domingo por la noche el colofón no pudo ser mejor: La expectativa del ya clásico Morante, con sus momentos únicos, la expresión de José Mari Manzanares, con una oreja por toro y el valor explosivo de Roca Rey con dos orejas en el tercer toro de la corrida de Victoriano del Río fueron el argumento para un epílogo festivo con el madrileño y el limeño a hombros (ver foto izquierda)
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La novillada de El Parralejo fue tan bonita como noble, aunque sin fuerza. Pablo Aguado, sobrado de torería y sitio, inició su temporada de preparación para una alternativa de campanillas en septiembre en Sevilla(Oreja). Leo Valadez reafirma su tauromaquia ya imbricada entre sus principios mexicanos y su aprendizaje ibérico. Y Toñete fue revelación de clase sobria torería en su presentación como novillero con picadores.
A la mañana siguiente los novillos de Fernando Peña dieron prestaciones y con el clima frío la tauromaquia puso el calor. Andy Younes, el nuevo prospecto francés cortó una oreja y sus compañeros Juanito y Antonio Medina conquistaban la salida a hombros.