Bóveda de Emelec en el Parque de la Paz de Guayaquil. Hay otra similar, de color amarillo para los hinchas toreros. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Pablo Hanníbal Vela, el recordado ‘Rey de la Cantera’, que falleció en junio pasado, fue la primera persona cuyos restos fueron sepultados en el complejo Bóvedas del Astillero, que inauguró el cementerio Parque de la Paz.
Esta sección del campo santo, cuenta con dos edificaciones, una de color amarillo en representación de Barcelona, y otra azul que resalta a Emelec. Tiene forma de estadio y capacidad para 780 bóvedas y 262 osarios.
El cuerpo de Vela reposa en la sección amarilla y junto a él, otro personaje identificado con el club canario. Julio Espinoza, ‘el hombre de la campana’, fue el segundo en ocupar un espacio en el complejo, en septiembre pasado.
Bóveda de Barcelona en el Parque de la Paz de Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Del lado eléctrico, solo está la tumba de Eduardo ‘El Ché’ Pérez, líder de la barra Boca del Pozo. Las Bóvedas del Astillero, le dieron color al Campo Santo, ubicado en la avenida La Aurora, que conecta a Daule con Guayaquil.
Según explicó Ricardo Muñóz, director comercial de Parque de la Paz, se inspiraron en el cementerio Parque Iraola, ubicado en Argentina, en el que existe un sector exclusivo para las glorias e hinchas del Boca Juniors.
La iniciativa surge a propósito de la creación de varias áreas exclusivas que han construido algunos cementerios del mundo, para que los fanáticos, jugadores y dirigentes de fútbol mantengan una vinculación, después de su muerte.
Por ahora se analizará la posibilidad de incrementar la oferta, dependiendo de la demanda de los clientes. El cementerio consta con 40 hectáreas destinadas para la expansión. Así mismo, se podría replicar en la sucursal de Machala, El Oro. Lo que la directiva del camposanto busca, es que la expresión ‘hincha hasta la muerte’ no se quede en un simple dicho popular.