El fútbol español podrá estar en huelga, pero la productividad y majestuosidad de Lionel Messi nunca van al paro. Siempre estupendamente acompañado por esa máquina de jugar al fútbol que es Barcelona. El gremio de los futbolistas españoles dispuso una medida de fuerza por los atrasos en el cobro de los contratos que impedirá que el próximo fin de semana comience la Liga. Esa abstinencia de fútbol bien pudo ser cubierta ayer con otra colosal actuación de Messi y Barcelona ante Real Madrid.
A cuatro meses de aquella vibrante serie de cuatro clásicos por tres competencias, los dos gigantes de España inauguraron oficialmente la temporada con la disputa de la Supercopa, que enfrenta al ganador de la Liga (el equipo catalán) con el de la Copa del Rey (el conjunto de Mourinho). Si bien es el trofeo menos importante de la temporada, situación reconocida de antemano por ambos entrenadores, los choques entre Barcelona y Real Madrid acumulan una adrenalina y una explosividad que dejan a un costado cualquier circunstancia que pueda rebajarlos.
La de ayer fue una final con todos los condimentos que se pueden pedir. Goles, emociones, ida y vuelta en el juego y el resultado, nervios templados y hasta los excesos del que no acepta la derrota con deportividad. Varios futbolistas de Barcelona y Real Madrid arrastran cuentas pendientes de los partidos anteriores, en los que hubo roces, forcejeos y golpes. El escándalo estuvo latente en el final. El brasileño Marcelo ingresó en el segundo tiempo muy nervioso: le había aplicado un planchazo a Messi. A dos minutos del cierre, le cometió un alevoso foul en tijera al debutante Cesc. Se generó un tumulto general y un clima muy agresivo, en el que Mourinho le metió un dedo en el ojo a Tito Vilanova, su ayudante de campo. El árbitro intentó poner freno con un reparto de tarjetas rojas: a Marcelo, Villa y Özil, que había sido reemplazado y estaba en el banco.
Al margen de todo ese pandemónium se mantuvo Messi, siempre dedicado a lo suyo, a jugar como un crack. Un rato antes, el rosarino no se había dejado provocar por Mourinho, que cuando lo tuvo cerca le hizo un gesto despectivo, como si oliera mal.
Messi sólo sabe del mejor perfume del fútbol. Hace diez días volvió de las vacaciones y no hay inactividad ni falta de preparación que lo desdibujen. Sus ganas de jugar y la motivación que le representa enfrentar a Real Madrid lo encienden, lo inspiran. Responde puntualmente a los grandes retos y desafíos. El domingo, en el 2 a 2 en el Bernabéu, había hecho un gol y armado la jugada en la que convirtió Villa.
Anoche se superó, algo que ya es habitual en él. Asiste y convierte. Es completo e incontrolable, tanto para los volantes de contención (Khedira y Xabi Alonso) como para los zagueros centrales (el violento Pepe y Carvalho). Y mucho más para Casillas, que ayer lo sufrió por 14a vez (una con el seleccionado), como si no fuera uno de los mejores arqueros del mundo.
Messi puso en marcha el triunfo con una estupenda asistencia a Iniesta, que definió con una exquisita emboquillada. Real Madrid, con un estilo menos vistoso, luchó con bravura. Empató con un toque de Sergio Ramos en una acción en la que también pareció intervenir Cristiano Ronaldo.
Como el domingo, antes de que terminara el primer tiempo, Messi puso en ventaja a Barcelona con un toque sutil. Benzema encontró una pelota suelta en el área para alcanzar el segundo empate.
La final era un volcán en un erupción. Los dos se jugaban también el orgullo. Cada uno recogía el guante a su manera. Messi lo hizo con excelsa calidad, a tres minutos del final. Combinó con Cesc y fue a conectar el centro de Adriano. Golazo, 3 a 2 y otra copa para la colección.
13
Los goles que le hizo messi a real madrid en 15 partidos. está a un solo tanto del récord de 14 que ostenta césar rodriguez con el equipo catalán ante el clásico rival. al adversario que más goles le hizo es atlético de madrid: 14.
14
Los goles que messi le marcó a iker casillas (13 con barcelona y uno con el seleccionado). Es el arquero al que venció más veces y a su vez casillas tiene en messi al mayor verdugo de su carrera. ayer, el rosarino marcó por 38a vez dos goles en un partido
8
sus conquistas en el historial de la supercopa de españa, con lo cual se transformó en el máximo anotador, con una más que raul. La distribución de sus goles son tres al sevilla, dos al athletic bilbao y tres a real madrid