La juventud del Valle ante los millonarios

En el Complejo de Chillo Jijón del Independiente.  El arquero Byron Herrera intenta evitar un remate de Luis Caicedo, en un juego de lanzamientos de tiros penales. Fotos: Paúl Rivas /EL COMERCIO

En el Complejo de Chillo Jijón del Independiente.  El arquero Byron Herrera intenta evitar un remate de Luis Caicedo, en un juego de lanzamientos de tiros penales. Fotos: Paúl Rivas /EL COMERCIO

En la concentración del Independiente del Valle hay algunos momentos para ver películas de comedia y acción, jugar 'pimpón' o billar e, incluso, apostar en los juegos de PlayStation y en los tiros penales.

Alejados de la fuerte presión que existe en otros clubes por conseguir un título o alcanzar un cupo para un torneo internacional sin margen de error, los jugadores del equipo de Sangolquí se divierten en algunas horas libres del encierro como cuando los estudiantes de un colegio salen al recreo.

No son todos, pero la juventud ayuda (el promedio del plantel es de 22,4 años, de acuerdo con las plantillas de 32 jugadores inscritos en la página electrónica de la Ecuafútbol).

Hoy, esa juventud se enfrenta al club 'millonario' de Emelec, a las 11:30, en el estadio de Rumiñahui. Está en juego más que un partido: los azules son líderes de la segunda etapa con 37 puntos y buscarán el triunfo que les catapulte al título sin necesidad de jugar una final. Independiente, con 33 unidades, tiene opciones de clasificar a la Libertadores 2014.

La trascendencia de partidos como estos hace que los jugadores mantengan un discurso parecido un día antes del juego. Dicen que "hay que mantener la concentración en los 90 minutos". "No se pueden cometer errores".

Este tipo de declaraciones no aparecieron la tarde del viernes en el Complejo de Chillo Jijón. Los jugadores del Valle son conscientes de que deben encarar con responsabilidad el duelo ante Emelec, pero también se toman con mayor alegría los momentos previos.

Ese viernes, a las 13:00, ya había culminado la práctica y algunos se dedicaron a patear penales ante los arqueros suplentes Byron Herrera y Johan Padilla. En el momento de esparcimiento, incluso, participaron el asistente técnico Óscar Quagliata y el utilero 'Junior' (Mario Alcocer).

En juego estaba una apuesta de USD 10 que, al final, se la llevó el equipo de Junior Sornoza. Él hizo el último tanto, se sacó la camiseta y corrió como un chiquillo por la cancha. En su celebración le acompañó Fernando León.

Sornoza es uno de los más efusivos en la intimidad del club. Él se encarga de escoger las películas que el equipo suele ver el día previo a los partidos y también es un 'crack' para el PlayStation, junto a su amigo Fernando 'Chiqui' Guerrero'. Entre ambos han marcado 27 tantos de los 65 marcados del conjunto del Valle en el torneo.

Ayer, como parte de este tipo de convivencia, los jugadores debían ver la película 'Scary Movie 5'. "Siempre hay consenso para escoger la película y, casi siempre, nos gusta ver comedia. Los chicos son medio miedosos y no les gusta ver las de terror", dijo convencido Luis Ayala. Parecía uno de los jugadores experimentados, pero el lateral tiene solo 22 años.

Estos momentos de distracción no significan que la concentración sea totalmente distendida. Ayala cuenta que el técnico Pablo Repetto "se las sabe todas" y suele dar un paseo por las habitaciones a las 23:00. A esa hora, los jugadores ya deben estar en sus dormitorios, una regla establecida por el DT.

Repetto sabe que dirigir a jóvenes, incluso, le permite mejorar su tarea como entrenador. "En cualquier equipo los jóvenes quieren absorber conocimiento y tienen ganas de aprender. En cambio, los experimentados ya conocen las normas y, con ellos, es más fácil".

Esas tareas de los integrantes del cuerpo técnico han tenido éxito en Sornoza y Guerrero. "El juego del 'Chiqui', ofensivo ecuatoriano que se formó en las juveniles del Real Madrid de España, ahora es más vertical. Tiene un juego de ida y vuelta y nos ha ayudado mucho", dice Repetto.

Eso sí, en Independiente no todo es diversión. Han existido momentos de frustración como el empate de hace tres semanas en el cotejo ante Universidad Católica en el escenario de Rumiñahui. "No siempre se pueden controlar las variantes de un compromiso".

Hoy, el estratega uruguayo también espera un encuentro difícil, mientras que sus jugadores esperan desbordar toda su alegría en el campo de juego. Para Ayala será un partido que permitirá definir si el conjunto está capacitado para "objetivos grandes".

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