El guardameta Marcelo Barovero de River Plate detiene el lanzamiento penal a Emanuel Gigliotti en el partido de vuelta de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Monumental. AFP
Este jueves 27 de octubre fue un día histórico para River Plate. Eliminar a Boca en la semifinal de la Copa Sudamericana es un hecho que ya está en la historia grande del club. Pero los pasillos del Monumental lucen casi vacíos. Algunos fotógrafos y periodistas corren de un lado hacia el otro, mientras los jugadores millonarios y sus familiares salen del vestuario, cruzan el campo de juego, atraviesan una pequeña puerta roja y caminan hasta el estacionamiento. Hay fotos con los fanáticos y rostros de felicidad, pero la euforia bajó al ritmo de las pulsaciones. Todo es tranquilidad hasta que una lluvia de aplausos resuena a lo largo y ancho de todo el anillo. En un carrito de golf, llega Marcelo Barovero, el héroe de la noche, que acaba de finalizar la conferencia de prensa. “Gracias”, se llega a entender entre tanta ovación.
Claro, no es para menos: el arquero y capitán millonario fue la pieza clave para acceder a la final del certamen internacional, la primera después de 11 años. Es que al minuto de juego le atajó un penal a Emmanuel Gigliotti, que pudo haber cambiado el desarrollo y el final de la historia. ¿Cómo hizo? ¿Fue instinto o lo estudió? ¿Qué tenía en mente? Barovero, que también tuvo una doble atajada clave en el primer tiempo, habló después del encuentro y explicó estos detalles. Además, se refirió a la “familia” que formó este plantel y contó cuántos los fortaleció el dolor de Marcelo Gallardo, entrenador millonario, que perdió a su madre esta semana.
La clave en el penal estuvo en la carrera de Gigliotti. El arquero de River, que se preparó pensando en una posible definición por penales, tenía estudiada su forma de ejecutar. Así lo explicó: “Gigliotti pateó muchos penales. Vi varios e intuía algo de la carrera. Lo único que hice fue respirar, tener la mente clara y tranquila. Sabía que si se frenaba antes de patear, la podía tirar a la izquierda“. El resto es historia conocida: en el arco y sobre el mismo costado en el que el Pato Abbondanzieri hizo historia, Barovero dio el primer paso de la clasificación de River. “Sé que sirvió mucho el penal, pero lo único que importa siempre es ganar. Funcionamos como equipo y lo seguimos demostrando en cada partido”, agregó, con un dejo de humildad.
En su discurso, Barovero también explicó por qué fueron todos abrazar al Muñeco, que tuvo una semana muy dura por la muerte de su madre. “Estamos trabajando muy unidos desde julio. Somos como una familia y tenemos un gran grupo humano”, sostuvo el arquero.