Lionel Messi (10) de la Selección de Argentina domina el balón ante la marca del paraguayo Richard Ortiz (izq) durante el partido de semifinales de la Copa América jugado en Concepción. AFP
La Copa América, cuya cuadragésima cuarta edición se definirá el sábado en el estadio Nacional de Santiago entre el anfitrión Chile y la poderosa Argentina, sabe de finales que quedaron en el recuerdo del fútbol de esta región, cuna de los mejores futbolistas de la historia.
En la primera época del torneo continental, cuando se llamaba Campeonato Sudamericano, desde su inicio en 1916 hasta 1967, el torneo se jugaba en el régimen de todos contra todos.
Con esa modalidad, el viejo Campeonato Sudamericano tuvo que recurrir en cinco ocasiones a un partido final para dirimir el título, en Brasil-1919, en Brasil-1922, en Argentina-1937, en Brasil-1949 y en Perú-1953.
Ya a partir de la reconversión del torneo, que cambió su forma de disputa a partir de 1975, las finales pasaron a ser moneda corriente, salvo en las ediciones de Brasil-1989 y Chile-1991, cuando se disputó un cuadrangular final.
En 1975, 1979 y 1983, años en los que la Copa América se disputó sin sede fija, sus finales quedaron en la mejor historia del torneo de selecciones más antiguo del mundo.
En 1975, la generación más grande del fútbol peruano, aquella liderada por el ‘nene’ Teófilo Cubillas, y que tenía a Hector Chumpitaz, Juan Carlos Oblitas y el ‘Cholo’ Hugo Sotil, venció en una recordada tercera final en Caracas por 1-0 a la Colombia de Willington Ortiz y el portero Pedro Zape con un gol de Sotil que le dio a los incas su segundo título, tras el de 1939.
Cuatro años más tarde fue el Paraguay liderado por el goleador Eugenio Morel y que tenía en sus filas a un juvenil Julio César Romero ‘Romerito’ venció en tres partidos a un Chile liderada por Elías Ricardo Figueroa y Carlos Caszely.
Chile volvería a perder una final en la edición de Argentina-1987 en esta ocasión a manos de Uruguay, que se impuso en el estadio Monumental de Núñez 10 con gol de Pablo Bengoechea.
Cuatro años antes de Argentina, Uruguay venció en la última edición de la Copa América sin sede fija, en 1983, a Brasil en dos finales, ganando 2-0 en Montevideo por 2-0 con goles de Enzo Francéscoli y Victor Diogo y empatando 1-1 en la revancha en el viejo estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía -ubicado donde hoy está el mundialista Arena Fonte Nova- con un gol del ‘Pato’ Carlos Aguilera.
La era de las finales
Luego de los cuadrangulares finales de Brasil-1989 y Chile-1991, la Copa América ha tenido invariablemente su final, algunas de ellas con ganadores claros e indiscutibles y en otras, dramáticas, definidas por penales.
En Ecuador-1993 la Argentina del ‘Coco’ Basile con el ‘asesino del área’ Gabriel Batistuta, autor de los dos goles, venció en la final 2-1 a México, que acudía por primera vez al certamen en calidad de invitado y sorprendía a todos al llegar hasta la definición, disputada en el estadio Monumental de Guayaquil.
Dos años más tarde, en Uruguay, la Celeste llegaba a su decimocuarto título continental al vencer en la final en infartante tanda de penales al Brasil tetracampeón mundial por 5-3, tras empate a uno.
En Bolivia-1997, Brasil ganaría por primera vez la Copa América en calidad de visitante -sus cuatro títulos hasta entonces (1919, 1922, 1949 y 1989) habían sido en su tierra- al vencer liderado por Ronaldo y Romario en el techo del mundo, el estadio Hernando Siles de La Paz, al combinado local.
Brasil repetiría dos años más tarde en Paraguay, goleando 3-0 en la final a un juvenil Uruguay con goles de Ronaldo y Rivaldo, éste en dos ocasiones.
En 2001, en la primera Copa América del Siglo XXI, con la deserción de Argentina por la inestabilidad política en la que estaba sumida Colombia en ese entonces, la selección cafetera por fin conseguía su primer título continental, al vencer en la final en el estadio El Campín de Bogotá a México con un golazo de cabeza del defensa Iván Ramiro Córdoba.
Brasil, dos golpes a su archirrival
En Perú-2004 otra vez los penales decidieron el título. Al estadio Nacional de Lima llegaron los gigantes sudamericanos, Argentina y Brasil, y cuando los albicelestes, que tenían como figura a un juvenil Carlos Tevez ya saboreaban el título, Adriano empató el partido en los descuentos 2-2 y en los penales Brasil terminó levantado el trofeo de campeón.
Tres años más tarde, en Venezuela-2007, nuevamente Argentina y Brasil se veían las caras en la final, pero en este caso los auriverdes repitieron título al golear a sus archirrivales por 3-0.
La última final se disputó hace cuatro años en el Monumental de Buenos Aires y Uruguay con un Luis Suárez -el gran ausente de Chile-2015 por suspensión- goleó sin atenuantes por 3-0 a Paraguay para convertirse en el máximo ganador del torneo con quince títulos.
Este sábado en Santiago, Argentina puede alcanzarlo en el palmarés o Chile puede acabar con un siglo de frustraciones e inscribir su nombre por primera vez entre los campeones del torneo de selecciones más antiguo del mundo.