Barcelona alzó ayer por cuarta vez el título de campeón de la Supercopa de Europa al vencer por 2-0 a Porto en la final del torneo, con goles del argentino Lionel Messi y del español Cesc Fabregas.
Messi, que sumó un nuevo galardón en la víspera al ser elegido como el Mejor jugador de Europa en la pasada temporada, abrió el marcador a los 39 minutos y Cesc lo cerró a los 88’ para el equipo catalán tras una gran habilitación del argentino.
Barcelona, que disputó el torneo como ganador de la Liga de Campeones, fue más que Porto, que lo hizo como campeón de la Liga de Europa y no contó con el colombiano Radamel Falcao García, goleador de ese torneo y hoy en Atlético de Madrid.
La final se jugó en el estadio Louis II de Mónaco y fue arbitrada por el holandés Bjrn Kuipers, quien expulsó a los 85’ a Rolando y a los 90’ al colombiano Fredy Guarín, en este caso con tarjeta roja directa.
El halago se suma a la conquista de la Supercopa de España lograda frente a Real Madrid (2-2 y 3-2) y le permitió al DT Josep Guardiola superar la marca de 11 títulos obtenidos por el holandés Johan Cruyff como entrenador del Barcelona.
En tres años de gestión, Guardiola suma 13 títulos sobre 16 posibles y Barcelona logró su decimosexta corona internacional, una más que su clásico rival, las mismas que Independiente de Argentina y dos menos que Boca Jrs. y Milan, los más ganadores.
Barcelona resultó un justo ganador ante un rival que intentó cortarle los circuitos habituales de fútbol presionándolo en toda la cancha, pero que pagó caras las distracciones.
Tras un arranque a todo ritmo, Porto intentó ahogar a su rival en toda la cancha y hasta le generó peligro, como un remate de Joao Moutinho a los 7’ que desvió con esfuerzo el golero Víctor Valdés.
Lo más destacado fue la sociedad que amenazan con conformar Messi y Cesc.