El delantero Damián Díaz (10) celebra el primer gol del partido durante el clásico del Astillero este 26 de octubre del 2016. Foto: Ariel Ochoa/EL COMERCIO
Barcelona acabó con las aspiraciones de Emelec al minuto y 35 segundos del compromiso. El tempranero gol de Damián Díaz, de tiro libre, fue suficiente para garantizar la victoria de los amarillos, en el estadio George Capwell.
Con el triunfo, los canarios le sacaron seis puntos de ventaja a los eléctricos (31), que son sus perseguidores, en la carrera por ganar la segunda etapa. A falta de siete fechas para el final del Campeonato, Barcelona es líder, con 37 puntos.
Díaz se convirtió en el mejor jugador del cotejo. Con la conquista de ayer, 26 de octubre del 2016, sumó seis tantos en 10 clásicos del Astillero. Su juego fue desequilibrante por las asistencias a sus compañeros. Él regresó al equipo titular tras un mes de suspensión.
Barcelona resultó mejor en la cancha desde el principio. Cuando atacó lo hizo con orden y al defender, sus volantes centrales y defensas lo hicieron acertadamente.
En lo que va del año, Barcelona le gana la carrera a Emelec. De los tres clásicos disputados hasta la fecha, dos fueron victorias toreras y el partido restante lo ganaron los eléctricos. El próximo duelo entre estas escuadras será el 27 de noviembre, en el Monumental.
A Barcelona le restan ocho juegos, cuatro de ellos serán como locales y el resto de visitante. “Cada partido que tengamos será una final, no nos vamos a relajar”, había dicho José Cevallos, presidente canario, durante la semana.
La ventaja de los dirigidos por el DT Guillermo Almada, es que este año no perdieron jugando en su reducto. Solo se registra un empate, ante Dep. Cuenca, en la primera etapa.
Este partido estuvo envuelto en polémica, por la postura eléctrica de negar el acceso a la barra visitante. Al final, al Capwell solo asistieron aficionados de Emelec y lo mismo ocurrirá en la revancha de noviembre.
Por momentos, el compromiso se tornó brusco en la media cancha. El árbitro Omar Ponce sacó siete tarjetas amarillas, mientras el ánimo de los asistentes se exasperaba. Los 1 000 policías presentes estaban alertas ante cualquier disturbio.