Vibrante muletazo con la mano derecha y de rodillas de Jiménez Fortes, que dio la vuelta. Foto: EFE
La expectativa de la segunda corrida de toros de la Feria de San Fermín se pasmó por el juego de los toros.
Saúl Jiménez Fortes, que sale del brutal percance de Madrid con excelente disposición de ánimo, fue el único diestro que pudo dar una vuelta al ruedo.
Sus compañeros de terna, Diego Urdiales y Morenito de Aranda, solo hicieron gala de su profesionalismo y entrega pero se estrellaron con una corrida de toros deslucida.
Diego Urdiales, que mostró su clase y valor, llegaba a esta corrida en sustitución de Antonio Ferrera, que sufre fractura de su brazo derecho.
Los astados de El Tajo y de La Reina tuvieron más continente que contenido, no llenaron las expectativas de su propietario, el maestro José Miguel Arroyo, ‘Joselito’, poco afecto a torear de luces en esta plaza.
Joselito debutó como ganadero en Pamplona con Cazador, número 6, de La Reina.
El mejor toro, según el portal Aplausos, fue el primero de la tarde, que correspondió al torero de La Rioja
Diego Urdiales, ovación con saludos y palmas tras aviso; Morenito de Aranda, silencio y silencio; Jiménez Fortes, vuelta y silencio. Entrada: Lleno.
Aplausos dice sobre la corrida: “Jiménez Fortes dio una vuelta al ruedo tras pasaportar al tercero, un toro con movilidad y mirón al que el malagueño instrumentó una labor en la que dio distancia al toro con series de muletazos limpios y largo trazo. Sereno y firme el torero, buscó el triunfo en una serie de rodillas en la que fue cogido sin consecuencias. Valiente el torero malagueño en una labor de mucho compromiso.
El sexto tampoco ofreció más opciones que sus hermanos. Con él, Fortes volvió a mostrar valor, pero no hubo mayores opciones para que se luciera. Hubo de nuevo tesón pero sin brillantez posible”.