Una oreja cortó el torero mexicano Juan Pablo Sánchez el día domingo en su comparecencia en la Plaza México. Fotos: EFE
El mexicano Juan Pablo Sánchez cortó este domingo 24 de noviembre del 2019 una oreja al primero de la tarde. Los toros de De la Mora, pobres de cabeza, fueron mansos salvo primero y sexto. Se registró algo menos de un cuarto de entrada en la cuarta corrida de la Temporada Grande de la Ciudad de México.
Sánchez realizó lo único memorable En los 16 pases, intercalados por remates de pecho, solo tocó el toro la tela en una ocasión. Dos de las series fueron tan fijas que el torero no dejó tras de sí huellas caminadas. La faena se desbarajustó al no afrontar con ambición Sánchez el toreo al natural, en el que se le vio inseguro.
Su labor se desdibujó y tras una correcta estocada le fue dada la oreja que debía servir de estímulo a su propuesta de temple y sobriedad.
A pesar de ello, en el toro que podía lograr abrir la puerta grande, no entendió el matador el mensaje del palco.
No sabemos qué habría dictaminado en cambio este juez si Ginés Marín mata a la primera. Su faena al que cerraba plaza, el más encastado del encierro, fue siempre caminando, sin bajar la mano ni ligar, y basada en casi una decena de pases de pecho, la mayoría mirando al tendido.
Los olés del público demostraban que la mayoría de los presentes no se percataban de la calidad con la que tomaba el toro la muleta por bajo, tan así que hacía el avión empujando con cuello y riñones mientras perseguía el engaño.
Diego Silveti se vio superado por sus dos contrincantes toreando muy despegado. Si no se fue entre pitos en ambos toros es porque al realizar unas bernadinas al final de la faena del quinto, el toro le prendió cuando se movió por segunda vez antes de finalizar la suerte.