Miryam Núñez, la ciclista ‘todoterreno’ que se propone correr en Europa

La ciclista Miriam Nuñez ganadora de la vuelta a Colombia es recibida en una caravana de bienvenida organizada por el Municipio de Riobamba. Foto: Glenda Giacometti/El Comercio

La ciclista Miriam Nuñez ganadora de la vuelta a Colombia es recibida en una caravana de bienvenida organizada por el Municipio de Riobamba. Foto: Glenda Giacometti/El Comercio

Es una guerrera y su padre siempre se lo recuerda. Por eso el día en que le entregaron el trofeo como la campeona de la Vuelta Ciclística a Colombia habría querido que don Jorge y doña María Juanita, su mamá, estuviesen allí, porque han sido el soporte para no rendirse.

“Mucha gente me decía que me aleje del ciclismo porque no iba a tener para comer. Pero aquí sigo, de pie y cumpliendo sueños”, dijo Miryam Núñez, la primera ciclista ecuatoriana en ganar una Vuelta por etapas en el exterior.

Es un sueño cumplido, porque en dos ediciones anteriores había ido pero como gregaria. “Esta vez busqué un equipo que me permitiera ser líder y pelear por el título”. Ella misma indagó entre sus contactos. Liro Sports le dijo que sí, pero después de que pasara por dos chequeos técnicos.

Lo demás fue demostrar sus condiciones de ciclista todote­rreno, como ella misma se define. Practica el ciclismo de montaña, que le permitió desarrollar habilidades y dominio en la bicicleta. Participa en las pruebas de pista, que mejora su cadencia -técnica y velocidad en el pedaleo- y le ayudan a explotar su velocidad, con­dición que le sirve para las etapas contrarreloj.

La fuerza de sus piernas y su fisiología, pues está acostumbrada a entrenarse y correr en ciudades con altitud, la hacen esa ciclista completa.

La ciclista Miryam Nuñez ganadora de la Vuelta a Colombia es recibida en una caravana de bienvenida organizada por el Municipio de Riobamba. Foto: Glenda Giacometti/El Comercio

“Salí de mi casa dispuesta a pelear por el título de la Vuelta. El equipo fue el último en inscribirse y no recibía mayor atención de la prensa”. Así no sintió presión ni puso en alerta a las otras 132 ciclistas, de 22 equipos de cinco países, que estuvieron en la Vuelta.

En la primera etapa se cayó. Aún en la piel de su brazo izquierdo están por cicatrizar las laceraciones que el incidente causó. “Pensé que todo había terminado. Tuve unos segundos de crisis”.

Como la guerrera que es se calmó, tomó la bicicleta y siguió la carrera. En la segunda etapa, en la contrarreloj, se puso adelante en la clasificación general. Cuando los jueces confirmaron su primer lugar, el llanto fue incontenible.

“Estaba feliz, recordé los buenos y malos momentos; todo lo que había pasado para llegar allí”. Recibió la camiseta naranja y la conservó hasta la quinta etapa, para coronarse campeona de la competencia femenina por etapas más importante de Sudamérica.

Núñez, durante su participación en la Vuelta a Colombia. Foto: Federación Colombiana de Ciclismo

Y así como los triunfos logrados en Colombia le permitieron a Richard Carapaz fichar por el equipo Lizarte y luego por el Movistar en España, y a Jonathan Caicedo ser contratado por el EF Pro Cycling de Estados Unidos, los llamados desde Europa han empezado a sonar en su teléfono.

“En el 2021 habrá grandes sorpresas”, fue la única pista que mencionó. Pero sí, hay posibilidades de ir al ‘Giro Rosa’, la versión femenina del Giro de Italia, y de correr otras competencias europeas, así como la posibilidad de formar parte de un equipo profesional como lo hizo el año pasado.

Tampoco deja de pensar en los Juegos Olímpicos. En febrero, la Unión Ciclista Internacional (UCI) publicará el listado de ciclistas que correrán la prueba de ruta en Tokio y, al menos, su nombre está en una preselección.

Está feliz por ello y lo repite en varias ocasiones. El trofeo de campeona en Colombia y la camiseta naranja de líder los conservará en su departamento en Quito y no los llevará a la casa de sus padres en Riobamba. “Quiero mirarlos a diario y que me recuerden que el entrenamiento y la constancia tienen su recompensa”.

El sábado último retornó a Ecuador y apenas ayer fue a su Riobamba natal, donde la recibieron con honores.

Seguirá entrenándose para competir en el nacional de ciclismo de montaña y en el Gran Fondo Nueva York, en Manta. Desde ayer se quedó en la casa de sus padres a recargar energía y su corazón con los mimos de ellos. También quiere estar con sus hermanos y sus sobrinos.

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