Aunque no se cuenta entre las camionetas más vendidas en el mercado ecuatoriano, la Volkswagen Amarok es una de las más apreciadas. Es, de hecho, un modelo deseado por muchos propietarios de otras marcas y modelos, e incluso por quienes no son usuarios del segmento.
¿Por qué? Luego de someter a un ‘test drive’ a dos Amarok por invitación de Fisum, empresa representante de Volkswagen en el Ecuador, obtuvimos muchas respuestas a esa interrogante.
Diseño moderno y atractivo, buena habitabilidad interior y alto nivel de equipamiento son las cualidades que se evidencian en un primer contacto con esta pick-up.
Luego de encender el motor y ponerla en marcha, el poderío mecánico, la robustez y la gran capacidad de frenado son algunas de las bondades que salen a relucir.
La primera Amarok que probamos estaba equipada con un propulsor turbodiésel de 2,0 litros, capaz de entregar 140 caballos de potencia a 3 500 rpm y 340 Nm de torque entre 1 600 y 2 250 rpm.
Además del impulso del poderoso motor, el sistema de tracción total conectable con comando electrohidráulico y el control de tracción con los que contaba nos ayudaron a ascender y descender con facilidad, seguridad y comodidad por el camino de segundo orden que une Lloa con el refugio del Guagua Pichincha.
Después probamos un ejemplar 4×2 con motor biturbo, el cual desarrolla 40 HP adicionales a 4 000 rpm y 400 Nm de torque entre 1 500 y 2 250 rpm. Estas características hacen que la respuesta de aceleración sea aún más contundente, además de que los turbocargadores se activan a las 1 500 rpm.
Ambas motorizaciones llevan una caja de cambios manual de seis velocidades cuyas relaciones permiten mover con soltura al vehículo, gracias a su buen desempeño desde un régimen de giro bajo.
El tanque de combustible tiene capacidad para 21 galones. Si se toma en cuenta que el rendimiento promedio es de 50 kilómetros por galón, con el depósito lleno la Amarok declara un autonomía cercana a los 1 000 km.