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MX-5 IRUKA: Nacido para disfrutar

Una de las novedades del MX-5 es el color de la carrocería que la marca lo denomina Dolphin Grey

Una de las novedades del MX-5 es el color de la carrocería que la marca lo denomina Dolphin Grey

Es uno de los 'roadster' por excelencia y acaba de alcanzar el último escalón antes del millón de unidades vendidas en todo el mundo. Para celebrarlo, Mazda ha creado la edición conmemorativa Iruka, que solo se vende con techo metálico plegable y ofrece un equipamiento distintivo para aquellos que no se contentan con tener "un MX-5 más".

El inédito color plata-verde de la carrocería y los asientos de cuero gris son los rasgos que mejor lo distinguen de sus ‘hermanos’. El hecho es que, para celebrar las 900 000 unidades del MX-5 vendidas desde su lanzamiento en 1989, Mazda presenta al Iruka, equipado con techo metálico plegable y el motor de gasolina 1,8 litros que ofrece una potencia  máxima de  126 caballos.

Por fuera, esta versión se distingue de las demás por el color que Maza lo denomina  Dolphin Grey y los aros  de aleación pulidos de 17 pulgadas. Para el usuario que gusta de este modelo de la casa japonesa, pueden resultar interesantes también  los detalles cromados en la parrilla delantera y en los faros delanteros, así como la presencia de faros antiniebla, cuyo reborde aparece igualmente cromado.

En el interior, el MX-5 Iruka presenta como principales elementos distintivos los asientos de cuero en color gris (y dotados de calefacción), el cromado de las tiraderas de las puertas y del cerco de las salidas de aire y la instrumentación, los paneles de las puertas tapizados en el mismo cuero de los asientos y los pedales deportivos de aluminio, además del estribo de acero que también tienen otras versiones de este roadster superventas.

En materia de equipamiento, el Iruka ofrece control de estabilidad, testigo de cinturón de conductor y pasajero, cuatro airbags, retrovisores eléctricos con calefacción, climatizador, radio CD con MP3, entrada auxiliar, Bluetooth y control de velocidad con mandos en el volante (al igual que el equipo de sonido), que solo se regula en altura.

Para descubrir el auto se requiere desenclavar manualmente la capota del pilar delantero y esperar apenas 11 segundos a que el mecanismo eléctrico se encargue del resto. En realizar la operación inversa se emplean alrededor de 13 segundos. En ambos casos es preciso que el vehículo se encuentre completamente parado. [[OBJECT]]

El MX-5 dispone de un tanque de combustible de 13,2 galones, correcto para el tamaño y el contenido consumo del auto. Eso sí, para descubrir cómo se abre la tapa del depósito (tirando de un pulsador dentro de un compartimento colocado tras los asientos) se precisa conocer de antemano su ubicación o, de lo contrario, buscar en el  manual del propietario. Tanto esa guantera como la situada ante el copiloto tienen cerradura, como corresponde a un automóvil que, excepcionalmente, puede dejarse estacionado sin capota.

Los asientos, con reposacabezas integrados, aportan una ergonomía y una sujeción lateral satisfactorias que evitan o retrasan la aparición de la fatiga en el conductor y acompañante, a pesar de que la postura, de piernas muy extendidas, no es la más confortable.
El maletero, de apenas 39,6 galones de capacidad, es válido para el equipaje de fin de semana de una pareja. Nada que pueda extrañarnos tratándose de un vehículo de capricho, con un equipamiento relativamente extenso y exclusivo.

El equipamiento específico y los detalles distintivos pueden animar a más de un enamorado del MX-5 a inclinarse por esta edición limitada del emblemático descapotable de Mazda. A las limitaciones impuestas por su tamaño hay que añadir  el  ruido aerodinámico que hay que soportar en el habitáculo cuando se circula con el techo duro puesto.

El único motor que puede montar el Iruka es uno de gasolina de 1,8 litros que ofrece, según la marca, un rendimiento  satisfactorio con un consumo moderado.

Fuente: Mazda Press y autocity.com