El Hyundai Ioniq une la deportividad y la tecnología verde

El diseño frontal incrementa el carácter deportivo del Ioniq. Sus formas son sólidas y finas. Fotos: Julio Estrella / EL COMERCIO

El diseño frontal incrementa el carácter deportivo del Ioniq. Sus formas son sólidas y finas. Fotos: Julio Estrella / EL COMERCIO

El diseño frontal incrementa el carácter deportivo del Ioniq. Sus formas son sólidas y finas. Fotos: Julio Estrella / EL COMERCIO

El futuro se apodera de las marcas. Las nuevas tecnologías están integrándose poco a poco en ciertos modelos de cada fabricante. Uno de ellos es el nuevo Hyundai Ioniq. Este automóvil híbrido le abre la puerta a la firma coreana en el mundo de los autos ecológicos.

En días pasados condujimos este vehículo por las calles de la capital bajo un clima lluvioso. Sin embargo, esto no le quitó la diversión a la prueba de manejo.

Las primeras sensaciones al mando de este ejemplar son satisfactorias. Y es que el ambiente interior genera confianza, seguridad y mucha comodidad.

La posición de conducción es perfecta, pues cualquiera puede obtener una visión ideal durante los desplazamientos. Además, el asiento del conductor es regulable en varias posiciones.

La dirección, asistida electrónicamente, ofrece mucha precisión a la hora de maniobrar. A esto se le suma el confort que ofrece el sistema de suspensión, los elementos interiores y la calidad de los materiales empleados en su desarrollo.

Gracias a su silueta, el Ioniq alcanza un coeficiente aerodinámico de 0.24, uno de los más bajos en su segmento. Esto no solo repercute en su rendimiento sino que potencia su desempeño energético, que está cifrado en una autonomía promedio de 280 kilómetros.

La experiencia de frenado también es impecable. El sistema -conformado por discos en las cuatro ruedas con ABS, EBD y control de estabilidad ESC- detiene al automotor de forma eficaz, incluso con condiciones climáticas adversas.

La entrega de potencia, de su motor de combustión de 1.6 litros (105 HP) y del eléctrico de 43 HP, es impresionante. Entre los dos propulsores se genera una potencia total de 140 caballos y un torque combinado de 265 Nm.

La distribución de la fuerza está a cargo de la caja de cambios, que en este caso es una automática de seis marchas y doble embrague. Es así que el conductor solo debe preocuparse por maniobrar, acelerar y frenar a placer.

El Ioniq impresiona de entrada con una estética totalmente moderna. Sus líneas afinadas se extienden con mucha naturalidad a lo largo y ancho de su carrocería.

Una amplia mascarilla de color negro se impone en el frontal. Esta se extiende hasta los grupos ópticos que lucen una figura alargada.
En los costados del parachoques delantero también se integran luces de conducción diurna con tecnología LED. Entre los elementos destacados también están los espejos retrovisores. Estos incluyen un dispositivo que, en caso de cambio de carril, emite una alerta luminosa sobre la presencia de otros vehículos en los puntos ciegos.

El diseño posterior también llama la atención por su forma compacta y por el estilo de los faros. Estos cuentan con la tecnología de iluminación más avanzada de la marca.

Para consolidar un producto de alta calidad, Hyundai le dotó de un interior elegante y sofisticado. Los asientos son ergonómicos, el espacio interior es amplio, los botones de control de las distintas funciones están al alcance, en fin, un entorno amigable, cómodo y futurista para un auto singular.

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