Los tableros y su evolución

En los vehículos de finales del siglo XIX y principios del XX, el tablero era muy básico, totalmente opuesto a lo que conocemos actualmente.

Al contrario de lo que podría pensarse, el tablero de un vehículo (salpicadero en España) no es un término que nació con la automoción. Su adopción se remonta al siglo XVII para referirse a una pieza de madera que se colocaba en la parte frontal de los coches tirados por caballos, y que evitaba salpicaduras de agua, lodo, piedras y otros elementos a los ocupantes.
Con el desarrollo de la industria automovilística, en las primeras décadas del siglo pasado, los fabricantes vieron la necesidad de incorporar ciertos elementos que proporcionaran información al conductor sobre los principales parámetros de funcionamiento del vehículo. Entre ellos se cuentan la velocidad de desplazamiento, la cantidad de kilómetros recorridos, la cantidad de combustible restante en el tanque, etc.
Estos elementos empezaron a incluirse paulatinamente a partir de los años veinte, en una sección del tablero denominada panel o cuadro de instrumentos. Entonces, los constructores comprendieron que la cantidad de elementos, así como la necesidad de hacer que sus autos también fueran atractivos por dentro, requería un trabajo de diseño interior que les confiriera una identidad propia.
El tablero se convirtió así en un componente interior que no solo contenía los principales mandos e indicadores del vehículo, sino que también debía complementar la belleza exterior del modelo y hacer que los ocupantes se sintieran a gusto en el interior.
El desarrollo tecnológico de los años y décadas posteriores fue aumentando elementos en el tablero (reloj, calefacción y aireadores, radio, compartimentos portaobjetos, etc.), y también fue cambiando los materiales utilizados, las texturas, las formas y hasta los colores.
También se modificaron los formatos, desde los relojes análogos iniciales hasta los indicadores digitales de la actualidad. Hoy en día, los tableros de algunos vehículos parecen salidos de la ciencia ficción por su apariencia y tecnología.