Johnny Ramírez se inclina en cuclillas para tomar fuerza y hace un salto que llega hasta casi los dos metros de altura, en la pista de Los Chasquis, en la Vicentina, en Quito. Al caer, el adolescente de 17 años, teñido su cabello ensortijado de rubio, muestra una amplia sonrisa.
¿Por qué te pintaste el pelo? , le preguntan. “Porque quiero salir guapo en las fotos del torneo que ya me toca”, expresa y empieza a reír, en medio de sus compañeras del equipo de atletismo de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP).
Ramírez nació en San Lorenzo, Esmeraldas, pero ahora se entrena con la selección oro y grana. Fue captado, al igual que otros talentos de su provincia y de otros sectores, para el equipo pichinchano.
Desde los 14 años, quienes son captados dejan a sus padres, amigos y otros familiares para afrontar una nueva vida en Quito. Como parte de su captación, reciben el entrenamiento, la vivienda, la alimentación y los estudios en la residencia de la Concentración.
A muchos de ellos, les cuesta adaptarse y hasta lloran los primeros días por la ausencia de sus progenitores. Se entrenan de lunes a sábado y los domingos tienen el día libre. Pero no siempre tienen el permiso para ir a sus provincias a visitar a sus familiares por su cuidado físico o su seguridad.
“Hay que acostumbrarse si es que se quiere seguir en esto”, expresa Ramírez, quien tiene dos aretes en sus orejas. “Quiero ser alguien en el atletismo. Llegar a un Mundial o a unos Juegos Olímpicos”, expresa el joven deportista.
Ramírez pertenece al grupo de formación, que lo integran talentos de 14 hasta 18 años. Los de más edad, como Ángela Tenorio y Anahí Suárez, son del grupo élite y han ganado medallas internacionales.
Al Campeonato Nacional
Johnny Ramirez se prepara para las competencias de los 100 y 200 metros. Participó en los Juegos Nacionales y en los Sudamericanos de Argentina. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO.
Los cubanos Nelson Gutiérrez y Yunier Causilla son los entrenadores del equipo pichinchano.
Gutiérrez dirige al equipo élite y es un especialista en formar campeones de la velocidad, como el fallecido Álex Quiñónez. Causilla está al frente de los más jóvenes y les enseña la técnica y las bases para sus competencias.
“Siempre que llegan les pregunto si saben correr y todos dicen que sí. Pero no es así, en la pista se necesita técnica para la velocidad: tienen que saber dónde debe ir el talón, los brazos…”.
Causilla es un cubano de 35 años, radicado desde hace unos ocho en Ecuador. Él explica que para seleccionar a los jóvenes se realizan pruebas. Una de ellas es el del test de despegue de velocidad. Aquí, los jóvenes deben hacer una media sentadilla y dar un salto. “La altura que logren nos permite identificar quiénes tienen las condiciones”, expresa.
Causilla detalla que Ramírez es uno de los más talentosos. El esmeraldeño se entrena para los 100 y 200 m. Ya participó en unos Juegos Nacionales y fue llamado a selección para el Sudamericano en Argentina, en marzo.
“Ramírez está llamado a ser el nuevo campeón”, dice Causilla. Pero en el grupo también están las velocistas Saray Vélez, Dariana Jara y Karla Medina.
Junto con ellas, Ramírez participará en el Campeonato Nacional de Atletismo Sub 18, desde el próximo viernes, en Guayaquil. Los deportistas se desplazaron el miércoles.
Las nuevas velocistas
La esmeraldeña Karla Medina, de 14 años, lleva cuatro meses viviendo en la residencia de la Concentración Deportiva de Pichincha, pero aún extraña a sus familiares, sobre todo a su padre David Medina, quien era deportista, pero ahora es oficial de la Policía.
Karla tiene un talento innato para la velocidad, dicen sus entrenadores. Se prepara en los 100 y 200 metros. Fue descubierta en su natal San Lorenzo.
“Con algunas compañeras hablo y con otras no mucho”, expresa con timidez la esbelta deportista. Ella se prepara para retomar los estudios desde septiembre, en el colegio de la Concentración, a la par de los entrenamientos y las competencias en torneos oficiales.
Saray Vélez tiene 15 años y nació en Orellana. La velocista lleva ya siete meses en la residencia. “Vine a hacer unas pruebas acá y me aceptaron. Vieron mis condiciones”, expresa la atleta de cabello ensortijado, sujeto por un moño.
A Saray le estimula entrenarse con las campeonas Ángela Tenorio y Anahí Suárez. “Se siente bonito tenerlas cerca. Se aprende mucho de ellas”, cuenta. A la amazónica también le gustaría llegar a competir en unos Juegos Olímpicos, como la ‘Gacela de Ecuador’.
A ella y sus compañeras, los entrenadores les hablan sobre el esfuerzo y la superación. “Pueden tener mucho talento, pero depende mucho de su disciplina, cuidado y alimentación para que lleguen”, expresa Gutiérrez.
Dariana Noemi Jara, de 16 años, también es de Orellana. Es amiga de Saray, con quien ha compartido sus entrenamientos. Hace pruebas de semifondo, de 400 y 800 metros. La deportista mejoró en las brazadas y el movimiento de las rodillas.“Acá me indicaron cómo debo ‘bracear’ y sobre el movimiento de rodillas. Ha sido una gran ayuda, he mejorado bastante”, revela.
Dariana mira con optimismo su futuro, aunque confiesa que extraña mucho a sus progenitores. En febrero, cuando llegó a Quito confiesa que sentía solo ganas de llorar. Sin embargo, considera que ya se ha adaptado. “Aún extraño a mis hermanos, pero todo esfuerzo tiene su recompensa”, expresa la deportista que quiere ser la nueva campeona mundial.
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