El atleta ruso y campeón olímpico Sergey Shubenkov (izq.) participa en la competencia de pista y campo de Estrellas 2016 en Moscú (Rusia). Sergey Shubenkov y un total de 68 atletas de pista están vetados para participar en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Foto: Sergei Chirikov/ EFE
Mientras el grueso de una delegación mermada de deportistas de Rusia comienza a llegar a Río de Janeiro, su equipo de atletismo realizó una competición en el vetusto estadio de Moscú con la idea de mostrar a mundo lo que se pierde con la exclusión de los atletas rusos de los Juegos Olímpicos.
Una semana después de la confirmación por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) de que la Federación Internacional de Atletismo hizo uso correcto del derecho al excluir a 67 atletas rusos de los Juegos Olímpicos, 53 de ellos decidieron reunirse la tarde del jueves para competir de forma amistosa en un estadio con poco aforo y sin casi público en las gradas.
En un ambiente festivo, Sergey Shubenkov, Ivan Ukhov y otras estrellas del atletismo ruso compitieron ante unos cuantos familiares y amigos.
“Necesitamos demostrar que tenemos buenos resultados, que habríamos estado a nivel internacional”, explicó a los periodistas la lanzadora de disco Yekaterina Strokova.
Si los atletas rusos hubieran sido autorizados a competir en Rio, sus rivales “ seguramente habrían tenido miedo de nosotros ” , añadió desafiante.
“Evidentemente, esta competición no sustituirá nunca a los juegos olímpicos”, aseguró por su parte la especialista de 400 m vallas Vera Rudakova. “Esto se ha organizado para convencernos de que estamos increíblemente en forma y que habríamos estado preparados para luchar por la madre patria” en Río.
Apoyo a los atletas
Durante esta competición improvisada por la Federación Rusa de Atletismo (Araf) , los deportistas fueron honrados con la presencia del ministro de Deportes Vitali Moutko.
“Apoyaremos (a los atletas) pero ahora el deber de los deportistas es prepararse para la próxima temporada”, declaró el político a la prensa.
Al término de esta competición de tres horas, los ganadores de cada disciplina se llevaron premios de hasta 500.000 rublos (6.720 euros) . Para el presidente de la Araf Dmitri Chliakhtine, “es una forma de compensación pecuinaria” .
Criticada por numerosos atletas, la Araf fue acusada de no haber actuado con diligencia a la hora de implantar las medidas antidopaje exigidas por las instancias deportivas internacionales, lo derivó en su exclusión de los Juegos.
En una carta enviada el sábado al presidente de la IAAF, el lanzador de martillo Sergey Litvinov reconoció no ser “optimista” respecto a que Rusia de reintegre en el seno del atletismo mundial si ello depende de la Araf.
“Espero que la federación comience a preparar seriamente su adhesión a la IAAF, no se puede retrasar”, apeló por su parte el ministro de Deportes.
Klishina única en Río
Dos veces campeona olímpica de salto con pértiga, Yelena Isinbayeva había rechazado participar en esa competición “de consolación” , según ella por no haber entrenado lo suficiente.
Sin embargó deseó un buen viaje a la selección rusa olímpica cuyo grueso voló el jueves por la mañana hacia Río.
Además de los 67 atletas privados de los Juegos Olímpicos, las federaciones de otros 27 deportes olímpicos suspendieron a más de cien deportistas rusos.
La saltadora de longitud Darya Klishina, instalada en Florida desde 2013, es la única atleta rusa en participar en los Juegos porque su expatriación la preservó el sistema de dopaje de Estado implantado en Rusia.
Su caso excepcional le valió duras críticas en el momento de su selección, llegando a ser calificada de “traidora” por no mostrarse solidaria con los otros atletas rusos.