Unacem reconoció el mobiliario urbano de corte estudiantil

Richard Bolaños, Marilyn Rosero, Carina Vaca y Michelle Pérez, sentados en sus prototipos.

Hábitat III tuvo sus prolegómenos el martes pasado con una evento importante: la premiación a los ganadores del concurso universitario sobre mobiliario urbano, que organizó Unacem con el nombre: 'Concurso para la innovación de mobiliario urbano de hormigón'.
El parque de El Ejido fue el escenario. Allí se montaron los tres proyectos finalistas junto a una tarima, donde el jurado -integrado por José Antonio Correa (gerente de Ecuacem) y los arquitectos Mario Arias López, José y Diego Ordóñez y Pablo Cornejo- nombró a los ganadores de los 71 proyectos presentados por estudiantes de nueve universidades del país.
El veredicto fue el siguiente: Primer Premio para Mobiliario Flexible (Universidad Católica de Ibarra; Segundo Premio para Biohor Mobiliario (también de la PUCE Ibarra); y el Tercer Premio para Morfología Neonadina (UDLA).
Diego Fonseca, Carlos Masabanda, Gabriela Vásquez y Luis Rivadeneira, los triunfadores, contaron que la puesta a punto de su proyecto les llevó un mes. Su mobiliario es modular y versátil y puede adaptarse a cualquier sitio y, asimismo, a toda tipología.
Son modulares de hormigón que se unen mediante anclajes de acero y que pueden formar desde una banca normal para dos personas hasta grandes plazas semicirculares o circulares de 20 o más metros.
Sus módulos tienen, asimismo, conexiones para celulares y otros artefactos electrónicos. El sistema faculta la conexión eléctrica con cualquier poste de alumbrado eléctrico, explica Masabanda. Son muebles resistentes, livianos, ergonómicos y adaptables, concluye Fonseca.