Los colores vivos otorgan, visualmente, una sensación de calidez al igual que la madera. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Los porches son espacios cada vez más comunes. La idea de acercar un poco de naturaleza a la casa se convierte en una necesidad. Por ello, ahora estas estancias son las favoritas para las reuniones familiares y entre amigos.
En esta época del año las bajas temperaturas pueden ser en un impedimento para las actividades al aire libre; sin embargo, hay algunos consejos para aprovechar este espacio durante el invierno.
La arquitecta de interiores Joseline Córdova, de Jk Design Concepts, sugiere contar con un buen cerramiento para aislar el frío y la lluvia. Sostiene que el cristal es el material más adecuado ya que su instalación es rápida. Además, se pueden abrir las puertas cuando se necesite disfrutar del exterior y proporciona la sensación de estar más cercano a la naturaleza debido a la transparencia. Otra ventaja es que no resta luz natural.
Otra opción son las cortinas enrollables hechas de lona que se deslizan por unas guías en la estructura del porche. Este sistema permite que se puedan abrir o cerrar con facilidad por lo que es un recurso más económico y práctico.
El cristal es una opción para mantener la claridad y la conexión con el exterior. Foto: Cortesía Arteco Muebles
Por otro lado, están las pérgolas de madera que brindan protección y a la vez son un aporte estético para lograr que la estancia sea mucho más acogedora y cálida.
En cuanto a mobiliario, la especialista indica que la selección de piezas dependerá del tamaño del sitio. Si es un porche pequeño se recomienda pocos muebles. Por ejemplo, un sofá mediano en madera y añadir un par de pufs o cojines. Los asientos y espaldares deben ser acolchonados para mayor confort y abrigo.
Se puede optar por hamacas, tumbonas, sillas mecedoras o muebles de mimbre o ratán. Los materiales naturales siempre aportarán calidez a los ambientes. Añadir toques de colores intensos es otra alternativa para dar ‘vida’ al lugar.
La base deben ser colores claros para que aporten una sensación de mayor luminosidad y amplitud.
Las fibras naturales, y las alfombras permitirán ganar calidez. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En el mercado hay otros accesorios con los que se puede hacer más cálido el sitio sin necesidad de intervenir la estructura. En esa lista están los cojines que deben ser de telas suaves como el terciopelo, la cachemira, lana o angora.
Las mantas para colocar sobre el sofá son otra idea. Estas se pueden utilizar mientras se ocupa el espacio. De igual forma, deben ser de materiales térmicos y livianos. Para que sean un detalle estético pueden tener un diseño o estampado o simplemente de un color que vaya con el estilo del resto de la estancia.
Otro accesorio son las alfombras, que, según la arquitecta de interiores, deben ir acorde con la decoración y ser de las dimensiones correctas. Pueden ser de lana corta o larga, lo importante es que sea antideslizante y que no represente un problema a la hora de caminar o estar en el sitio.
Los calefactores son una alternativa para climatizar el sitio. La tecnología es de infrarrojo y no emiten humo o aire caliente. Foto: Cortesía Grupo Roka
Finalmente, para lograr mayor calidez en el porche puede inclinarse por las chimeneas y calefactores. Estos últimos se colocan en sitios estratégicos y por lo general funcionan con tecnología de infrarrojo. Hay diseños portátiles que se pueden mover según se requiera. Estos diseños actuales no emiten calor ni olores. Su sistema permite que todo el ambiente se climatice de acuerdo con lo programado.
Las chimeneas, en cambio, serán un aporte para mejorar la temperatura y la estética del lugar. La especialista indica que la imagen de fuego hace el espacio más acogedor, proporciona luz cálida y un detalle natural en el sitio seleccionado.