Esta obra está en Somos Restaurant. Juan Sebastián Aguirre, lo terminó después de dos meses de trabajo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Espacios únicos, con detalles que muestran la personalidad de sus habitantes se logra con la implementación de murales de diferente tamaño al interior de las viviendas y otras construcciones, una alternativa que gana espacio en el mundo del interiorismo.
El arquitecto Roberto Morales Guijarro, director TEC Taller EC, por ejemplo, incorporó un mural en una de las paredes de su oficina, ubicada en el norte de la ciudad. Lo hizo después de conocer la propuesta del arquitecto Carlos Valarezo, quien antes pidió autorización para ilustrar Casas FF, uno de los proyectos desarrollados por este estudio de arquitectura.
El trabajo de Valarezo encantó a Morales y luego de más ilustraciones de pequeño formato le pidió trabajar en un mural de 4 x 3 m, donde el artista plasmó siete obras. En el collage aparecen secciones, plantas o perspectivas de los proyectos que inspiran a los trabajadores. Morales añade que antes de que Valarezo tomara el pincel y la tinta conversaron y hablaron de la propuesta.
Así es como también trabaja Juan Pablo Vallejo, licenciado en artes plásticas, y cuyo trabajo se exhibe en varios espacios públicos del país y en construcciones privadas. Hace implementación mural de línea abstracta para ‘tocar’ a más personas. Así, los ambientes se vuelven dinámicos.
El trabajo del arquitecto Carlos Valarezo está en las oficinas de TEC Taller EC, en Quito. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Dependiendo de lo que se busque, los murales se pueden colocar en los diferentes espacios de la vivienda, reemplazando a los revestimientos genéricos como el papel tapiz, por ejemplo. “Con los murales tenemos algo único, que no se repite y muestra algo en particular”, apunta Morales.
La técnica y uso de materiales depende del artista. Hay profesionales que se apoyan en imágenes, por ejemplo, para crear sus obras. Otros, como Vallejo, en cambio, lo hacen en la geometría y color.
El desarrollo de las obras puede durar días o meses. El arquitecto Carlos Valarezo se tomó dos semanas para cumplir con el mural en TEC Taller.
Este mural ocupa una pared del área social de una casa. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
El artista gráfico Juan Sebastián Aguirre, más conocido como Apitatán, tardó dos meses en realizar un mural que reúne todo lo que representa Somos Restaurant para la chef ecuatoriana Alejandra Espinoza: “diversidad cultural y la riqueza del Ecuador en sus regiones”.
Antes de plasmar aquello en una de las paredes de ese restaurante, Aguirre presentó un pequeño boceto que encantó a Espinoza. Ahora, sin duda, esa pared es el punto focal a donde los visitantes dirigen la mirada.
Lo mismo sucede con el mural pintado, también por Apitatán, en la casa de la arquitecta Verónica Reed. En la pared hay un gran elefante.