Selina trae un nuevo concepto de hospitalidad

Los huéspedes preparan sus alimentos en la cocina de uso común. Destaca la decoración con madera reciclada.

Una nueva propuesta de hospedaje llegó a Quito con Selina, una red de hospitalidad que combina las características de un hostal, un hotel y un hotel boutique.
Sus especialistas intervienen en hoteles que estaban operando y, en tres o cuatro meses, remodelan el espacio. En Quito, el antiguo Hotel Sebastian dio vida a Selina.
En este proceso se reutilizó casi el 90% de las cosas que había en el hotel. Se retapizaron muebles, se pintaron cuadros, se lijaron veladores, etc.
Todo se hizo bajo el estilo que la diseñadora de interiores Catalina Botero implementó, según la ubicación de la edificación, su público, las características de la estructura, los materiales que se volvieron a utilizar.
Selina también está presente en Montañita y Baños, y próximamente llegará a Galápagos y Guayaquil. Cada hotel tiene un estilo acorde al lugar. En el caso de Quito, Botero le dio un aire industrial contemporáneo, propicio para el público joven al que quiere llegar la red de hospitalidad.
La diseñadora explicó que esta nueva imagen se plasmó en la edificación, procurando que se mantenga una armonía adecuada entre el nuevo estilo y el espacio original, ya que se reusaron muebles y materiales del antiguo hotel.
El equilibrio se nota con la presencia de antiguos sofás y otros elementos de mobiliario, con detalles capitoneados, propios del estilo clásico, combinados con una fuerte intervención de color.
En la paleta implementada para este caso constan azules, turquesas, grises y vinos, ideales en el diseño de ciudad, asegura Catalina Botero.
Junto a todo ese concepto se planteó el diseño de iluminación, con el que fue posible dar a los espacios el toque industrial que se nota a través de metales, tonos cobre y negros mate, en lámparas colgantes, apliques y bombillos de filamento para espacios cálidos.
En el renovado estilo del hotel, lo que más se destaca son los murales, pintados por los artistas ecuatorianos Vera Primavera y La Suerte, la colombiana Lili Cuca y el español Zësar Bahamonte.
Las obras de los muralistas se encuentran en zonas comunes como el ‘lobby’, el ‘playground’ (restaurante y zona social), las habitaciones de lujo, la cocina común, el área de ‘coworking’, el espacio para yoga y pilates y la fachada.
Daniela Saa, gerenta general de Selina Quito, comenta que el trabajo de recuperación o transformación de materiales se hizo con artesanos locales que intervinieron elementos como la madera, para darles una nueva vida. Esto se hizo en un taller instalado en el edificio, durante su transformación. Entre los resultados, resalta una pared con piezas del material en la cocina común.
Selina cuenta con 254 camas, distribuidas en seis tipos de habitaciones diferentes, que van desde la Suite Unique hasta las Dorms, espacios compartidos donde se encuentran desde cuatro hasta 14 camas.
Entre los espacios comunes figuran una cocina, donde los huéspedes cuentan con todo el equipamiento para preparar su propia comida. También hay un cine y una biblioteca.
La apertura oficial de Selina Quito fue ayer, con actividades relacionadas al arte, la moda, la gastronomía, la música y el yoga, como alternativas para aprovechar el feriado del 10 de agosto, de tres días.
Hoy, a las 10:00, en cambio, habrá una feria vegana. Después se realizará una exhibición de moda y a las 18:00 será el traslado a la Fiesta de la Luz, en el Centro Histórico.
La noche terminará con una fiesta en el ‘playground’ del hotel. Para mañana está previsto el Festival del Cebiche y una stand up comedy.