Lo tradicional y lo flexible están en un diseño contemporáneo

La obra tiene un plano horizontal elevado, aligerado por un sistema de pilares de teca.

Una arquitectura que se reapropia de la idea de lo tradicional y lo flexible, como un modo de habitar en la ciudad. Así definen los creadores de Casa Zancos a esta obra, ubicada en General Villamil, provincia del Guayas.
Se trata de una creación del colectivo Natura Futura Arquitectura, de Babahoyo.
Para estos jóvenes arquitectos, diseñadores y emprendedores, el proyecto debía captar la esencia del entorno, el estilo de vida del ocupante, libre y abierto a nuevas experiencias compartidas con un espacio multifuncional.
Casa Zancos es la vivienda de una familia joven, con dos hijos. Sus necesidades eran, especialmente, la conjunción de espacios abiertos, que otorguen libertad a los niños para desarrollar sus actividades.
La familia prefirió espacios que permitan la integración familiar, en medio de un ambiente sin elementos sintéticos.
El colectivo define a la locación como una ciudad satélite de Guayaquil, que tiene una población de 33 560 habitantes.
Cuentan que en la época de la Colonia el lugar fue un puerto de pescadores, asentado sobre antiguas poblaciones indígenas, tradición que se mantiene en la actualidad.
En 1982, la Unesco declaró a General Villamil Playas como el sitio con el segundo mejor clima del mundo, después de un lugar montañoso ubicado en Australia. Además, Villamil es conocida por su mano de obra local artesanal.
Para la construcción se propuso un envolvente compuesto por ladrillos cocidos, que también son un material tradicional en el área.
José Fernando Gómez, integrante de Natura Futura Arquitectura, explica que uno de los principales objetivos fue evitar la presencia de vidrio en las ventanas, incorporando elementos tradicionales como las chazas -piezas de madera cuya disposición de ángulos permite la ventilación, sombra y protección- necesarias para el clima tropical del lugar.
Los integrantes de Natura Futura Arquitectura consideran que la ciudad está perdiendo, cada vez más, su esencia. Por ello, buscan repotencializar lo tradicional.
“Tenemos una pequeña oportunidad para trabajar en el hecho de mantener nuestra esencia. Rescatar una arquitectura honesta con su entorno hace que, por ejemplo, los estudiantes tengan sensibilidad para saber que se pueden hacer cosas buenas, que pueden verse bien con poco, con elementos tradicionales”, asegura José Gómez.
La obra se presenta en un plano horizontal elevado, aligerado por un sistema de pilares de teca, que sirve de sostén para las paredes y la cubierta, y queda al desnudo sobre el volumen de ‘privados’.
Según Gómez, el objetivo de este proyecto fue desarrollar una propuesta que cumpla con las necesidades del cliente, a través de una arquitectura propia del trópico.
En Casa Zancos, la planta baja está integrada con el exterior. Las actividades cotidianas se desarrollan en una zona social que se cierra en sí misma y se abre hacia el interior por debajo de la casa, como zona de descanso, donde se colocaron hamacas. De esta manera se generan microclimas, a través del material y sus nuevas funciones.
Con el material se sugiere el programa arquitectónico del proyecto, resaltado con diferentes lógicas de implementación de ladrillo, para aportar privacidad y permeabilidad.
La obra de 160 metros cuadrados constituye una respuesta de vivienda urbana que sigue en busca de otras maneras de vivir.
Para la construcción de la vivienda familiar, los arquitectos tomaron en cuenta varios aspectos, además de la esencia del lugar en el que se ubica.
Gómez indica que son fundamentales las personas que habitan el espacio, así como sus vivencias, los materiales de los que provee la zona y, por supuesto, el clima. “Hay que entender nuestra arquitectura tradicional como un gran referente”.
Según el colectivo, a través de este tipo de arquitectura se quiere dialogar sobre la posibilidad de tener una solución de ciudad más cercana a la realidad, a las tradiciones y que tome en cuenta la optimización de recursos.
Esto es posible “a través de diferentes estrategias como la aplicación de principios de diseño sostenible”, aseguran.
Además del colectivo Natura Futura Arquitectura, en este proyecto participó un equipo de diseño integrado por Guillermo Morales, Nathaly Gaona y Ramón Vivanco.
Para Natura es importante que la propuesta arquitectónica de Casa Zancos sirva como referente para cubrir las necesidades de habitabilidad en climas tropicales, donde hay calor intenso y en la noche hay brisa.
Según Gómez, las casas están diseñadas para recibir el aire, la luz, dar ventilación cruzada como se utilizaba antes en los navíos. En ese sentido, Casa Zancos aporta con un concepto bioclimático claro de arquitectura costera.