Para contrarrestar la aridez del terreno con eucalipto que rodea la vivienda se planteó una arborización nativa. Fotos: cortesía Jag Studio.
En la zona de Lasso, ubicada en la provincia de Cotopaxi, se encuentra uno de los ejemplos de la arquitectura joven que se potencia en el país.
El terreno en el que se ubica Casa Lasso es parte de la hacienda San José. Esta propuesta de Rama Estudio consiste en una vivienda familiar, pensada para el descanso y las visitas.
Los arquitectos de Rama plantearon una arquitectura pasiva, pensada desde lo tradicional y el trabajo artesanal. Se utilizaron materiales locales o de zonas cercanas, como el tapial, la piedra, la madera y el hormigón, manejados por mano de obra de la zona.
De esta manera, el estudio de arquitectura promovió el aprendizaje y la práctica de sistemas constructivos vernáculos de Cotopaxi.
El corazón de la vivienda se encuentra deprimido para enfatizar la intención de acoger los encuentros familiares.
Cinco muros portantes de tapial, ubicados de manera longitudinal en el terreno, cierran la vivienda hacia los vientos más fuertes, conformando una fachada ciega para mejorar la térmica interna de la casa.
Los muros tienen 40 cm de grosor con contrafuertes de 80 cm, dispuestos según el estudio estructural y utilitario de mobiliarios empotrables. Estos se acoplan en los espacios entre contrafuertes, con lo que se incorporan piezas utilitarias como cocina, camas, estanterías, armarios, etc.
El espacio al que se denominó El Hogar, donde se encuentra la chimenea, articula la casa, al ser un espacio de calor familiar. Este es el punto de encuentro de todos los desplazamientos y el corazón de la vivienda, que conecta el área de descanso con el área social. Se encuentra deprimido con la intención de acoger a la familia.
A partir de este punto se generan estancias abiertas e interconectadas. Se eliminaron las paredes divisorias y se empleó un sistema de paneles pivotantes, que permite subdividir zonas de acuerdo con necesidades específicas.
La división e integración es con paneles pivotantes.
Los paneles funcionan como mampostería, puerta, seguridad y barrera térmica. Abren la vivienda hacia el terrero y la cierran de manera hermética, en caso de requerirse.
La cubierta se desarrolla en dos aguas, a partir de una viga habitable de madera, apoyada sobre los dos muros centrales de la vivienda. Este espacio constituye el altillo y un balcón hacia la mejor vista de la zona.
Las vigas de madera se apoyan en los muros portantes y generan un entramado cada 70 cm. Los cierres superiores de la cubierta son de vidrio, los cuales permiten el ingreso de una luz cenital e indirecta.
El área social se abre de extremo a extremo hacia el terreno por medio de plataformas de acceso, que en la parte frontal generan un vestíbulo y en la parte trasera un deck cubierto con un fogón.
Tapial, madera y piedra son algunos de los materiales.
El área de descanso se subdivide en dos espacios: el primero con seis camas empotradas al muro de tapial; y la segunda, una habitación matrimonial. Ambos espacios pueden ser uno solo si los paneles pivotantes permanecen abiertos.
La vivienda integra sistemas de separación de desechos sólidos y líquidos y los acopla a una red interna de regadío y abono del terreno, sin conectarse a ninguna red de alcantarillado.