Las fachadas muestran la doble altura de las áreas sociales. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
Vivir en el campo tiene sus ventajas en la privacidad, el aire puro y la naturaleza por los cuatro costados. Las fortalezas de residir en un departamento, en cambio, pasan por tener todo a un solo andar, el mantenimiento simple de la estructura.
La fusión de esas dos tipologÃas significa multiplicar los parámetros de confort y comodidad que toda persona busca para su hábitat.
Eso es lo que ha logrado, con éxito, el conjunto residencial Nativa. Emplazado en la zona de Tumbaco, sector de La Morita, a tres cuadras de la Ruta Viva, entre las calles José Vinueza e Ilaló (av. Universitaria).
Las cocinas son amplias y bien distribuidas. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
La ubicación del proyecto es estratégica. Aunque está rodeada de verde y se respira un aire bucólico, también se ubica a menos de 25 minutos de Quito y a 10 de los principales centros comerciales, educativos y de recreación de la zona. Es un conjunto de altos estándares, tanto constructivos como de acabados.
Este emprendimiento habitacional ofrece 24 departamentos de 92 (USD 117 000) y 105 m² (USD 141 800). Cada unidad posee entre dos y tres dormitorios; estacionamiento propio (2 para los departamentos de tres alcobas y uno para los de un cuarto) y una bodega. El área social tiene doble altura.
Los acabados son de primera calidad e incluyen mesones de granito, pisos de porcelanato y sanitarios y griferÃa importadas.
Los servicios comunitarios están en concordancia con el proyecto. Hay zonas de áreas verdes, BBQ e hidromasaje. Es un proyecto de los arquitectos Carlos Alberto Burneo, padre e hijo.