Las adversidades del día a día
Hernán Patricio Orcés Salvador
Todos estamos sujetos a que en un momento determinado se nos presenten adversidades de distinta especie por las que debemos estar preparados para superarlas y seguir fortaleciendo nuestro carácter y aumentar nuestra fe. Sentirnos vencedores y triunfadores y saber que son pruebas que se nos presentan y que son parte de la vida del día a día
Vemos y apreciamos con angustia y sobresalto las noticias diarias con impactantes imágenes sobre terremotos, inundaciones, erupciones, auge de la criminalidad, disparos a plena luz del día como si se tratara de películas del legendario oeste norteamericano y son hechos reales. Asaltos en plena luz del día con intenciones macabras de no sólo robar sino de agredir y lo que es peor matar.
Cómo no pueden conmovernos tantos hechos espeluznantes que remueven nuestro interior y nos causan zozobra y angustia y nos hacen reflexionar sobre la fragilidad de nuestra naturaleza humana, sujeta a tantos imprevistos y adversidades.
La adversidad más dura que se nos ha presentado y que todavía no se ha superado totalmente, tiene que ver con el aparecimiento del coronavirus (covid-19), que cambió radicalmente el curso de nuestras vidas e hizo rememorar otras pestes que la humanidad tuvo como la viruela, la tuberculosis, el sida y tantas otras. Pero la que estamos viviendo ha creado un trauma generacional, pues ha afectado a personas de todas las edades y sus secuelas de alteraciones de salud, sicológicas y de comportamiento mental; todavía no las podemos medir, siendo que precisamos hacer los esfuerzos para superarla.
Los estudiosos de la psicología recomiendan lo siguiente para vencer las adversidades: 1) Crear redes de intercambio social; 2) No ver las crisis como el final; 3) Ver el cambio como parte de la vida; 4) Perseguir las metas; 5) Tomar acciones decisivas; 6) Descubrirse a sí mismo; 7) Tener una visión positiva; 8) Mantener la perspectiva; 9) No perder la esperanza y 10) Cuidarnos.
Séneca dijo: “No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba”.
Me dueles Ecuador
Aissa Pazmiño Real
Prohibido quedarse sentado mirando pasar la vida, prohibido no tener sueños, no luchar por ser felices, si… sé que estarán pensando: “qué fácil lo dice”, sé que es muy difícil nadar contra la corriente, sé que nuestro bello Ecuador está sumido en la inseguridad y la injusticia, ¡Sí!, coincido con todos ustedes, estamos asustados, hemos convertido nuestras casas en jaulas, sentimos temor y desconfiamos de todo, pero hay algo que realmente no comprendo…: ¿nos vamos a quedar mirando por la rendija de la puerta, ocultándonos de los cobardes que nos quitaron la paz?.
Esas lacras existen porque nosotros nos hemos acomodado en el egoísmo, ellos aprovechan eso y saben que “divide y vencerás”, han dividido a la sociedad en aterrorizados, cansados y conformistas, ¿acaso no sería mejor cambiar el chip? Y dividirnos en “hartos, valientes, justos y empáticos”, ¡nos están matando!, ¡están matando a nuestros niños!, nos están arrinconando, cada día ganan más terreno los delincuentes, asesinos, ladrones y corruptos… ¡Le ponemos un alto, o nos cargan en peso!… Dejemos de esperar que esto cambie, cambiemos nosotros.
El escondernos no es la solución, unamos fuerzas para que los cobardes entiendan que los buenos somos más, que quienes están en el poder comprendan que nosotros los pusimos y se deben a nosotros, al pueblo, que quienes creen que todo tiene precio aprendan que la dignidad, la vida y la justicia… no¡¡, dejemos de ser un pueblo útil solo para aplaudir, votar, ignorar y apañar..! ¿Qué les estamos enseñando a los niños y jóvenes? Seamos inteligentes, críticos y responsables, ¡ya basta! No permitamos que Ecuador nos duela más.
No entiendo
David Ernesto Ricaurte Vélez
Usted, querido lector, suponga que entra como acompañante de un ejército de conquista a una ciudad. En esa ciudad, en su plaza principal, encuentran cientos de cabezas en estacas haciendo una circunferencia a una montaña de otros cráneos, ¿qué pensaría sobre ellos? pues resulta que esto es lo que encontraron los españoles al entrar a la plaza de los Aztecas en Ciudad de México.
Esto ya está comprobado. Es corriente actual decir que los conquistadores españoles fueron genocidas, ladrones, esclavistas, etc., y no me aparto de que existe mucha verdad en eso, pero de allí a santificar las acciones de los originarios de este continente, es aberrante; llegar a decir que esa montaña de cráneos era “un culto a la vida”, siento que están tratando de jugar con mi intelecto y capacidad de razonamiento. Entonces, otro culto a la paccha mamma sería la masacre de Yahuarcocha, y una disputa entre hermanos (acuerdo entre privados) habría sido la guerra entre Huáscar y Atahualpa. Por favor, ya basta de victimizar, santificar a unos y despreciar y acusar a los otros. Entonces, sigamos acusando y denostando a los franceses por las guerras napoleónicas, a los alemanes por la IIWW, etc. Mejor concentrémonos en aprender de la historia, de sus aberraciones, y evitarlas.
Nos están adoctrinando en que el nacionalismo es malo, y sin embargo vemos en el país movimientos separatistas, divisionistas, revanchistas que a lo único que nos llevarán, es a repetir los errores de Europa de los siglos XIX y XX y los horrores que conllevaron, solo que la lucha no será con otros países, sino interna.