'Jack', el vibrador
!Hasta que llegó a casa! Después de quitarme toda la carga social estoy 100% convencida de que 'Jack' -así bauticé a mi vibrador- fue mi mejor regalo. ¿Razones? Un montón. Les mencionaré un par.
La primera y la más importante es que la masturbación reduce los niveles de estrés; vivirás más relajada en un mundo de locos, que gira a 1000 por hora. Antes de que empiecen a santiguarse y a juzgarme les comento que esa palabra consta en el diccionario y que su práctica es súper común aquí y en la China, y que hombres y mujeres se masturban por igual e independientemente de su estado civil.
La segunda razón se desprende de esta última afirmación. Si personas con pareja recurren a esa práctica para autosatisfacerse, con más razón la gente que prefiere estar sola; nuestros motivos tendremos.
Recuerden que somos seres de carne y hueso; sentimos y tenemos necesidades, que por cierto tienen que ser cubiertas para llevar un estilo de vida saludable: hay que cuidar el cuerpo, la mente y el espíritu, apuntan los entendidos en la materia. De acuerdo con un estudio, los orgasmos actúan como calmantes naturales. ¡Maravilloso!
Cuando me entregaron el paquete -con mi 'Jack' bien envuelto- me puse nerviosa. ¿Qué dirán mis amigas? Y es que yo tengo un par de confidentes: con ellas todo o nada (risas). ¿Saben qué me dijeron? "Ya era hora".
Una de ellas sabía de colores, formas, texturas, aunque me aclaró que: "no cambio por nada del mundo los ritmos que se logra con los hombres". Y yo -novata- 'autoflagelándome' por culpa de esas ideas y mitos absurdos y curuchupas que nos 'siembran' en la cabeza desde que somos niñas; como ese que afirma que la masturbación es un acto de solo hombres. ¡Mentira!
Ya sé que estamos en el siglo XXI y que muchas cosas han cambiado, pero todavía hay personas que te miran como bicho raro cuando pronuncias: juguete sexual. Lamentablemente estoy rodeada por infinidad de esos hombres y mujeres. Gente de 40-45 años todavía se sonroja cuando se aborda el tema; ni como pedir asesoría.
La tercera razón -que tuvo gran aceptación en una charla general con un grupo de amigos- es que al autosatisfacerte reduces significativamente el riesgo de deslices, es decir, evitas -luego del acto sexual- mortificarte con cuestionamientos absurdos, pues como sabemos no existe máquina del tiempo para deshacer nuestros actos.
Los leo en pgavilanes@elcomercio.com