Economía de a pie

Los datos no dice nada por sí solos. Deben convertirse en información.

El ajuste fiscal requiere de voluntad

La falta de articulación política con la Asamblea puede bloquear el proyecto de reforma tributaria que debe presentar el Gobierno en octubre como parte de sus compromisos con el FMI. Aunque el acuerdo implica solo la entrega del texto, los ajustes incluidos son claves y pueden marcar el éxito o fracaso del programa con el Fondo.

La reforma debe generar un incremento de USD 1 500 millones en los ingresos de forma permanente a partir del 2020 para que las metas de la carta de intención se cumplan. Los bancos de inversión esperan un incremento del impuesto al valor agregado (IVA). Cada punto de aumento en este tributo genera USD 531 millones al año.

Sin embargo, el Gobierno descartó la semana pasada un aumento del tributo. Quedan aún por revisar, como se ha anticipado, las deducciones de gastos personales que hoy permiten bajar el impuesto a la renta a pagar. De cualquier modo, la reforma implicará un fuerte esfuerzo de la sociedad.

La negociación en la Asamblea no parece fácil considerando las dificultades que ha tenido para hallar consensos incluso en su organización interna, como dejó ver la conformación de comisiones.

Debido a ese escenario, el Gobierno debería sumar apoyos para las reformas en la sociedad. Involucrar a los ciudadanos y a las empresas en la discusión será más fácil si el sector público también va haciendo sacrificios de reducción de gasto.

El plan económico no sólo exige aumentar ingresos, sino un fuerte recorte de egresos en más de USD 5 000 millones hasta el 2021.

El Gobierno pretende concentrar fuertemente el recorte este año en la inversión pública y dejar, debido al costo político, el ajuste más fuerte en salarios para más adelante.

El ajuste estructural es necesario, pero para eso el Estado debe achicarse a la nueva realidad económica, sobre todo en talento humano. Caso contrario podría dar el mensaje de que no está haciendo su tarea y la reforma puede conseguir un no por respuesta.