La estampida de ecuatorianos que esconde la pandemia
Los ponchos brillan azules, lilas, fucsias… y son sombras cuando se desvanece el haz de neblineros. Antes de la medianoche, mujeres y hombres de comunidades de la Sierra de Ecuador caminan por el borde del asfalto, entre el talud de césped bien podado y vehículos veloces, el conector vial que conduce al aeropuerto internacional Mariscal Sucre, hacia un doloroso ritual: la despedida de sus migrantes.
Quito, 2021. Miles de ecuatorianos parten de Ecuador en busca de oportunidades. “¿Qué más se puede hacer si no hay trabajo?”, dice Mario, al mirar el avión con un familiar (EL COMERCIO, domingo 13 de junio del 2021, página 9).
¿Oportunidades? La tasa de desempleo en Ecuador era de 3,7% en diciembre del 2018 y pasó a 5,0% en diciembre del 2020. Para mayo del 2021 había alcanzado el 6,3%. En números duros, hablamos de 531 969 desempleados (INEC, encuesta nacional, mayo 2021).
¿Migración? “Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”, reza en el Artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”, está escrito allí (Asamblea General de Naciones Unidas, resolución de 10 de diciembre de 1948).
Ecuador es un país de origen, de destino y de paso de seres humanos con derecho a circular libremente. Pero no todos los ecuatorianos pueden ingresar con libertad a países como España, Estados Unidos. ¿Derecho? Sí. Escrito en la Constitución del país: “Se reconoce a las personas el derecho a migrar”.
A finales de los noventa, Ecuador despidió a millares, emigrantes expulsados por una crisis que tuvo su pináculo en el llamado feriado bancario. Esos días en los que madres y padres despedían a sus hijos en el aeropuerto parecían haber terminado. Pero hasta la escultura ‘El Adiós’, que era memoria de esas familias rotas, ya no está instalada sobre la cabecera sur del antiguo aeropuerto de Quito, convertida en embarcadero de buses.
¿Estampida humana en 2021? Unos datos. Una de cada dos personas que entre enero y mayo de 2021 viajó de Ecuador a México aún no ha reportado su retorno. ¿Van a EE.UU.? Es posible. 1 233 222 ecuatorianos salieron del país entre 1997 y 2020 sin retornar. España, Italia, EE.UU., Chile… fueron sus destinos; unos tienen documentos (han ‘reclamado’ a familiares) y otros no (intentan una reunificación por vías irregulares: niños en manos de coyotes).
El desempleo en 2021 no grafica la crisis. En realidad, 5,4 millones de ecuatorianos no tienen “empleo pleno” (suma de personas en desempleo, subempleo, otro empleo no pleno y no remunerado). 67% de la población económicamente activa sin trabajo digno, en pandemia.
Ni hablar de los adolescentes sin escuela, sin casa… Las sombras que llegan al aeropuerto no son aisladas, son el rostro de la desesperanza. De un Estado se espera no solo que respete la migración, sino que garantice derechos vitales: educación, salud, trabajo, seguridad social, alimentación… brindar futuro a su población. Es un viaje inaplazable.