La tabla de salvación del Ministerio de Educación para hogares golpeados por desempleo y crisis económica es un alivio, pero inquieta. Al iniciar febrero del 2021 existen 485 000 cupos en el sistema fiscal para recibir a chicos (de colegios particulares) que decidan cambiarse para continuar con el segundo quimestre del régimen Sierra-Amazonía. ¿485 000 cupos?, ¿cuántos niños dejaron de estudiar en la pandemia con clases no presenciales?
No hay cifras de deserción actualizadas. En agosto, al final del ciclo 2019-2020, Educación había perdido el rastro de 17 754 estudiantes en Sierra y Amazonía, en medio de la emergencia sanitaria. ¿Sin rastro? Sí, sin escuela niñas, niños y adolescentes, a quienes el Estado debe asegurar el ejercicio pleno de sus derechos, bajo el principio de su interés superior (Constitución, artículo 44).
¿Derechos? A la integridad, a su identidad, a tener una familia, a la participación social, a ser consultados, a la salud, a la educación. #NoNosDejenEnVisto, la iniciativa impulsada por niños y adolescentes que exigen ser tomados en cuenta, es un halón de orejas para los candidatos -lamentable que no se incluya la protección integral de derechos en sus planes- y para la sociedad.
Señores, los niños y adolescentes son prioridad. De un gobernante se espera que garantice educación de calidad (acceso a internet seguro y un dispositivo electrónico para que no dejen de estudiar, por ejemplo); que garantice salud (atención médica, medidas contra la desnutrición, políticas para que víctimas de violación puedan decidir si continúan o no un embarazo, políticas por el consumo de drogas); que erradique el trabajo infantil (incluida la mendicidad); que prevenga la violencia (no más castigos, no más violencia sexual).
Un dato: Entre enero del 2017 y octubre del 2020 en el sistema educativo hubo 10 901 menores víctimas de violencia sexual: 264 de ellos tenían menos de 5 años. ¡Inconcebible! El domingo 7 de febrero Ecuador irá a las urnas. Señores, si los derechos de los niños no merecen la atención de su candidato, cambien de candidato.