
Una de las claves de los nfomerciales es la repetición sucesiva de los 'maravillosos' beneficios del producto. Foto: Solamente en TV
Conoce al abuelo de los infomerciales

Una licuadora es el punto de partida de esta historia. En blanco y negro, William G. ‘Papa’ Barnard- fundador de Vita-Mix Corporation- mostró a los televidentes los ‘increíbles’ beneficios del electrodoméstico en un comercial con tintes de documental. Barnard promocionaba (textualmente) “una de las máquinas más maravillosas que jamás se ha inventado”.
Ese spot de casi meda hora se transmitió entre 1949 y 1950, mucho antes del boom de las ventas por TV y se lo considera el primer ‘infomercial’ (o un intento) que se ha transmitido por este medio. Así lo registra el sitio Priceonomics y otros portales de marketing.
En inglés- en Estados Unidos- todo lo que se refiere a televentas se conoce como ‘paid programming’. Los infomerciales, un tipo de DRTV (Direct-response television), y los programas creados especialmente para ofertar y vender productos, son parte de este universo.
Después de la licuadora Vita-Mix- y sus asombrosas funciones- llegaron al mercado de la pantalla chica los mágicos cuchillos Ginsu, en 1978. Prometían cortar prácticamente cualquier material, por un periodo casi ilimitado de tiempo, ya que su fila- en apariencia, no se dañaba nunca. Estos vendrían a ser los abuelos de los Miracle Blade, versiones I, II y III de la actualidad.
Video: YouTube, canal: Ginsuguy
En la misma década también empezaron a transmitirse los infomerciales modernos- con un formato más cercano a lo que conocemos hoy en día-. Cada domingo, religiosamente, la estación XETV del área de San Diego pasaba un programa de una hora en el que se ofertaban casas locales que estaban a la venta. Bajo este patrón- de infomercial moderno- salió al aire en 1982 uno que publicitaba un tratamiento para el crecimiento del cabello, el
Pero, el crédito por inaugurar el uso del término infomercial se lo lleva el empresario Paul Rufino. Con toda razón, ya que su compañía CineStar fue la pionera en adquirir comerciales de larga duración.
La edad de oro de esta industria se disparó en 1984 cuando el presidente Reagan reformó las leyes que limitaban el tiempo de las publicidades en la televisión estadounidense. Además, en ese año la televisión por cable creció significativamente. De repente, los canales estaban hambrientos de contenidos.
Los anunciantes y los creativos de la época supieron aprovechar estos cambios y llenaron los espacios con infomerciales y spots del estilo. Según una publicación de Slate, entre este año y 1995 los vendedores redescubrieron el ‘poder’ de media hora al aire e hicieron fortunas. A la larga se fue perfeccionando ese arte de repetir hasta el cansancio los incontables beneficios del producto, su nombre y no tener miedo de hacer al menos diez demostraciones. Y eso que diez demostraciones es poco.
En los años 80 y 90 los comerciales de larga duración no solo se llenaron de color, también incorporaron la compra rápida por teléfono. Qué mejor para atraer a los ingenuos compradores que lanzar promociones por el tiempo de duración del comercial.
En 1987 el mundo conoció a Soloflex, la máquina portable que convierte un cuerpo cualquiera en el de un atleta. 1992 fue el año de Jack LaLanne, quien instruyó a los televidentes sobre el poder de los jugos naturales y en 1997 George Foreman cambió los guantes por un práctico asador eléctrico.
Ya consolidadas en Norteamérica las ventas por televisión se internacionalizaron. Primero cuando las empresas doblaron (al español y otros idiomas) sus comerciales y luego cuando en cada país surgieron programas nativos del tipo.
Las televentas llegaron a Ecuador de la mano del fallecido empresario Saadin Solah. Replicó el modelo estadounidense ayudado del ese entonces Presidente de Corporación Favorita, así consta en un artículo de la Revista Ekos. El emprendimiento de Solah, TVentas, no solo fue primero en el país, sino que se promociona como el pionero en Sudamérica en ofrecer este tipo de servicios.
TVentas nació en octubre de 1988 y aunque Solah tenía experiencia en televisión, la primera grabación del programa tuvo algunos problemas: los cassettes desgastados distorsionaron las imágenes y tuvo que conseguir un locutor de última hora quien fue el que le dio voz al icónico ‘precio bomba’.
Video: YouTube, canal: XADO CHILE
El plus que tuvo este servicio de televentas en Ecuador, fue la entrega a domicilio- que no existía para nada en esa década- y ofrecer productos económicos de calidad y con garantía- otro servicio que era impensable para los negocios en ese entonces-.