Los años noventa nos regalaron algunas de las series más icónicas de la televisión, y con ellas, sus inolvidables openings.
Estas piezas musicales y visuales no solo nos presentaban a los personajes, sino que se convertían en himnos que marcaban generaciones.
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Hoy recordamos los openings de algunas de estas series y exploramos qué las hacía tan especiales.
Full House
El opening de Full House es un clásico instantáneo. Con la canción “Everywhere You Look”, interpretada por Jesse Frederick, se nos presenta a la entrañable familia Tanner mientras disfrutan momentos cotidianos. La música alegre y las escenas llenas de sonrisas capturaban perfectamente el espíritu familiar y optimista de la serie.
Link al opening: Full house opening
Sabrina, la bruja adolescente
Con un opening lleno de encanto y humor, Sabrina, la bruja adolescente se destacaba al mostrar a la protagonista (Melissa Joan Hart) probándose diferentes vestuarios con un giro mágico. La secuencia terminaba con Sabrina mirando a la cámara y lanzando un guiño, dejando claro que esta no era una serie cualquiera.
Seinfeld
Elenco de ‘Seinfeld’.
El opening de Seinfeld es minimalista y distintivo. Con una composición musical basada en el bajo y efectos sonoros, creaba una atmósfera relajada y divertida. Aunque no tenía una introducción visual elaborada, la música se convirtió en un sello característico de la serie.
Link al opening: Seinfeld Opening
Xena: Princesa Guerrera
El opening de Xena es un poderoso recordatorio de la épica aventura que representaba la serie. Con una narración que explicaba la historia de Xena y una banda sonora acompañada por coros tribales, esta introducción inspiraba fuerza y determinación.
X-Men
La serie animada de X-Men contaba con uno de los openings más electrizantes de los noventa. Su tema instrumental lleno de energía y la presentación de los héroes y villanos en acción dejaban claro que esta era una serie de superhéroes inolvidable.
La importancia de los openings en los noventa
Los openings de estas series no solo eran una introducción, sino también una forma de crear identidad y conexión emocional con la audiencia. En una época sin streaming ni saltos automáticos, estos minutos iniciales se convertían en rituales televisivos que anunciaban el inicio de un momento especial.