
Los perros, al igual que los humanos, pueden sufrir de trastornos depresivos y de ansiedad. Asimismo, pueden tener episodios de estrés. Foto: Pixabay.
¿Un perro deprimido puede llegar a suicidarse?

¿Qué hace tu perro cuando no estás en casa? Es probable que una que otra vez lo hayas escuchado llorar detrás de la puerta cuando escucha tus pasos alejarse. Si sientes mucho afecto por tu peludo seguramente ese llanto te causa un profundo dolor. Algunas personas en diferentes partes del mundo quisieron averiguar qué pasaba con sus canes cuando salían de casa. Averiguarlo les costó unas cuantas lágrimas.
Video: YouTube, cuenta: Mike The Intern
La verdad es que las mascotas no son un juguete, y las fundaciones de rescate animal y defensores de los derechos de los animales luchan diariamente para que la sociedad entienda esto. “No puedes apagar a un perro cuando sales de tu casa y encenderlo cuando vuelves”, explica Orlando Eijo, un psicólogo canino que practica el instintivismo con sus pacientes. Sobre esta parte volveremos en un momento.
En una conversación con Afull desde Buenos Aires, Eijo nos comentó de algunos problemas que enfrentan las mascotas al vivir en las ciudades. Uno de ellos puede ser la depresión. Sí, como escuchaste, tu perro puede sufrir de este tipo de trastornos. Las causas pueden ser varias, entre ellas la soledad que sienten cuando no estás en casa, ya sea por unas horas o por el resto de sus vidas.
Si notas que tu perro se lame constantemente, es un signo de alerta. Tu amigo peludo puede estar sintiendo ansiedad y para calmarse puede empezar a lastimarse. Esto se conoce como lamida acral. Para evitar este estrés y ansiedad, cuando no puedas salir con tu perro o quedarte en casa jugando con él, puedes dejarle juguetes inteligentes que le ayudarán a distraerse y no concentrarse en tu ausencia, recomienda el experto.
El mito del suicidio
Talvez estés familiarizado con algunos videos de perros llorando sobre la tumba de sus amos. Hay varios circulando en las redes y quienes los comparten hablan de la lealtad y del amor entre los dueños y la mascota. Es una escena desgarradora y la tristeza se ve claramente en los ojos del animal.
Video: YouTube, cuenta: Sarah and the Wolves
Para Eijo, más allá del amor y la lealtad, hay un problema grave que no se toma en cuenta. El perro está deprimido y necesita ayuda. En ocasiones estas actitudes son fomentadas por los mismos humanos que alimentan al perro en el cementerio, en lugar de sacarlo de allí.
Desde el punto de vista de la neurociencia, Oliver Berton, de la Universidad de Pensilvania, explica en una entrevista con la National Geographic que hay síntomas claros que pueden indicar una depresión en los animales. La incapacidad para experimentar placer y pérdida de interés o satisfacción son señales de alerta,.
Esta depresión es patológica y necesita atención para que no termine en la muerte del animal. Talvez conozcas la historia de Hachiko, el perro akita que esperó a su dueño fuera de la estación de tren en Tokio durante 10 años. El ‘perro fiel’, como lo conocían, se quedó esperando y nadie lo ayudó. Lo alimentaban algunas personas que pasaban por ahí, pero nadie lo sacó de la estación.

Hachiko fue un perro japonés que esperó en una estación de tren en Tokio durante 10 años a su dueño que había fallecido. Foto: Wikicommons.
La solución que plantea Eijo es extraer a la mascota de ese espacio de tristeza y darle un nuevo amigo, un nuevo dueño o amo. Cuando esto no sucede, la tristeza tiene consecuencias en el comportamiento del perro. El animal puede estar tan triste que se olvida de comer o no se fija por dónde camina y puede caer de un balcón o ser atropellado en la calle.
Esto no quiere decir que el perro esté planeando suicidarse. “El suicidio requiere una planificación más elaborada que las mascotas no pueden hacer”, enfatiza.
La psicología instintivista
“Es importante que el perro pase por las etapas del dolor”, comenta Eijo. Una forma de lograr esto es con medicinas. Según Berton, algunos veterinarios pueden recetar antidepresivos a los perros para tratar los trastornos del comportamiento. Estas conductas “suelen ser entendidos como las versiones caninas de los trastornos psiquiátricos”, dijo.
Pero no es la única opción. También se pueden usar otro tipo de terapias no tan convencionales Ahora sí, volvamos con lo del instintivismo. Esta corriente pretende devolver la salud mental a los perros regresando a sus instintos y quienes los atienden son lobos.

Tanka es un lobo ártico del Centro de Psicología Canina de Orlando Eijo. Su nombre significa grande y puede llegar a pesar entre 50 y 70 kilos. Foto: Cortesía Orlando Eijo
“El perro es un lobo que ha sido domesticado”, explica Eijo. Equivale al cerdo en comparación con los jabalíes, por ejemplo. Los lobos están acostumbrados a vivir en manadas de alrededor de ocho individuos y los perros han pasado a vivir en ciudades llenas de perros que dejan sus olores por todas partes reclamando su territorio. Esto les genera estrés, al igual que la soledad ya que no son sus condiciones naturales de vida.
El aullido, según la teoría de Eijo, sería la forma de catarsis de esta problemática. Este sonido característico de los lobos sirve para equilibrar las emociones del lobo y los perros lo han perdido. En su lugar ladran, pero no logran cumplir el objetivo.
¿Cuál es ese objetivo? Pues podemos pensar en el aullido como uno de los mantras de la meditación, es decir, calman al animal. Mientras el aullido sale del diafragma, el ladrido lo hace del pecho y es considerado un sonido de guerra que no hace más que alterar a los perros.