Quetta. AFP
Al menos cinco personas murieron y 59 resultaron heridas ayer por la explosión de tres bombas: dos en Balujistán y una en Peshawar.
Una bomba escondida en una moto explotó cerca de un vehículo militar en el distrito de Juzdar, y mató a tres personas, entre ellas un paramilitar, declaró Juma Jan, un responsable de la Policía local. Al menos 10 personas, en su mayoría civiles, resultaron heridas por la explosión, agregó.
Poco antes, una bomba escondida en un baño de un tren estalló y causó la muerte de una persona, mientras que 35 resultaron heridas, anunció un responsable de la compañía ferroviaria.
La explosión se produjo 45 km al sur de Quetta, capital de Balujistán, zona fronteriza con Irán y Afganistán. El tren se dirigía a esa ciudad, proveniente de Karachi.
“La bomba estaba escondida en el baño de un vagón de clase económica”, declaró Manzur Ahmad Magsi, de la empresa de trenes.
Balujistán, rica en gas natural, es escenario frecuente de episodios de violencia sectaria, sobre todo desde 2004, cuando empezaron a crecer las demandas de mayor autonomía y de mejor reparto de los ingresos por los recursos naturales de la región.
Pakistán sufre además una intensificación desde hace varias semanas de los atentados atribuidos a los rebeldes talibanes, que buscan vengarse de la ofensiva iniciada desde abril por el Ejército para sacarlos del valle de Swat.
En otra parte del país, una persona falleció y otras 14 resultaron heridas, como consecuencia de un ataque suicida contra las fuerzas de seguridad. El ataque fue perpetrado ayer en Peshawar (noroeste), informó la Policía.
El responsable de la Policía local, Mohammad Ejaz, explicó que el suicida lanzó una granada contra una furgoneta de la Policía, cerca de un puesto de control.
“Cuando los agentes llegaron al lugar, el suicida hizo estallar la bomba. Un civil murió. 14 personas fueron heridas, ocho de ellas policías”, relató.
El ataque ocurrió a última hora de ayer, en un suburbio al norte de Peshawar, ciudad que aún no se había recuperado del atentado con cochebomba perpetrado el martes, presuntamente por los talibanes, contra un hotel de cinco estrellas, que causó nueve muertos y 62 heridos.
Dos días seguidos de atentados en Peshawar hizo que sus habitantes salieran a las calles a protestar contra lo que se ha dado en llamar ‘talibanización’ de Pakistán, es decir, una forma cortés de decir que no quieren que su país sea un segundo Afganistán.