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La Utsam, inconforme con el diagnóstico del Conea

Redacción Machala

Una sensación de malestar ronda entre los alumnos de la Universidad Tecnológica San Antonio de Machala (Utsam), el centro superior  privado con el mayor número de estudiantes en El Oro.

La universidad, creada hace 10 años, está entre las 26 ubicadas en la categoría E, la lista de las peor calificadas en el informe del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Conea).

En la provincia
En El Oro, la Utsam es la segunda con el mayor número de alumnos, detrás de la estatal U. Técnica de Machala, que matriculó este año, debido a la gratuidad, a más de 12 000 estudiantes.
El Conea sugiere en su diagnóstico la supresión de la U.  Metropolitana, ubicada en la categoría E. El centro privado mantiene una extensión en Machala.
La Utsam tiene 11 carreras, pero privilegia las técnicas. Muchas de estas especialidades no se imparten en otros centros.

El organismo recomendó suprimir a las 24 universidades privadas ubicadas en esa categoría, mientas pidió una prórroga para las otras dos estatales.

La Utsam tiene 1 900 estudiantes, entre presenciales y semipresenciales. Entre ellos hay desazón, tras conocer los resultados de la evaluación del Conea. “Nos sentimos humillados por el informe; aquí recibimos un estudio de calidad, una enseñanza práctica en espacios adecuados”, dice Mariela Cabrera, quien representó a sus compañeros en un reunión  convocada por el Rectorado. “Nos sentimos afectados por las consecuencias a futuro; quién nos contratará para un trabajo si nos encasillan en esa categoría”.

La Utsam tiene falencias, confiesan autoridades y estudiantes, pero todos reprueban que el Conea haya ubicado al centro en esa categoría. En esa reunión, el rector Manuel Ávila intentó desvirtuar cada una de las observaciones negativas hechas por el Conea, e invitó a un recorrido por el campus universitario.

Cerca de allí, otro grupo de estudiantes de  Psicología recibía clases en una pequeña aula, acondicionada en la planta alta de una vieja casona, adaptada para el efecto. En esa edificación, las aulas están separadas por tabiques de madera aglomerada; el baño, visible desde un corto pasillo, da cabida a una persona a la vez.

Según el Conea, en las universidades ubicadas en la categoría E, “el denominador común es la precariedad en equipamiento e infraestructura; sus instalaciones distan mucho de los requerimientos de una infraestructura para una universidad. Se trata de locales precariamente adaptados…”. La Utsam ocupa un área de 2 hectáreas, en las que hoy se edifica un nuevo bloque de 16 aulas.

A pocos metros se observa un bloque antiguo de seis aulas, de 36 m² cada una. A la vista el espacio resulta estrecho, pero el Rector asegura que allí se ubican los paralelos superiores, que tienen pocos alumnos.

La Utsam cuestiona al Conea cuando este indica que el personal docente no está académicamente preparado. Ávila reconoce que solo el 40% de sus docentes cuenta con títulos de cuarto nivel (posgrados y maestrías), pero dice que el profesorado está en constante capacitación. “Tenemos más del 60% de profesores estables, el Conea dice que debemos tener más, pero la Ley en ningún lado puntualiza cuántos deben ser estables”.

En el centro del patio de la U., varios alumnos se distraen navegando por Internet en una isla adecuada para ello. Coinciden, casi en coro, en que la conexión inalámbrica les permite optimizar su tiempo de estudios. La Utsam dispone de conexión satelital permanente –una de las pocas en el Austro, afirma el Rector- para programas de capacitación virtual.