No hay una receta a la medida, pues no se aplica por igual a todas la mujeres, pero la terapia de reemplazo hormonal (TRH) es uno de los principales tratamientos para minimizar los síntomas de la menopausia y reducir el riesgo de enfermedades crónicas en las mujeres.
La ginecóloga Eliana Robles, de la clínica Aprofe, explica que esta terapia ayuda a compensar el déficit de estrógenos a través del suministro de fármacos que contienen una o más hormonas femeninas -por lo general estrógenos más progestágeno-.
También hay tratamientos a partir de fitoestrógenos, que se derivan de la soya (isoflavonas de soya). Estas sustancias de origen vegetal, con actividad estrogénica, disminuyen en mayor grado los síntomas en la menopausia.
Robles dice que antes de aplicar un tratamiento es necesario hacer un chequeo general de la paciente. Pruebas de sangre, valoración del perfil hepático y renal, mamografías, ecografías, papanicolau y desintometría ósea son exámenes básicos.
El chequeo es determinante para la terapia, ya que en casos de cáncer de mama, cervicouterino, problemas de mioma y lupus, no es aconsejable el uso de hormonas.
La mejora de la calidad de vida sexual también es posible. La argentina Silvina Witis, participante del VI Congreso Ecuatoriano de Climaterio y Menopausia, dice que hay tratamientos en base de pequeñas dosis de andrógenos (hormonas masculinas) para disminuir la sequedad vaginal y aumentar del deseo sexual. Luis Hidalgo recalca que el tratamiento debe ser personalizado. Y por ningún motivo se debe automedicar. Puede generar hemorragias, más depresión, pérdida de cabello, entre otros.