Cada taxista recauda USD 47 por hacer 19 carreras diarias

Al mediodía de ayer, el taxista Ángel Sánchez esperó por pasajeros en las afueras del Hospital Carlos Andrade Marín. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Al mediodía de ayer, el taxista Ángel Sánchez esperó por pasajeros en las afueras del Hospital Carlos Andrade Marín. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Al mediodía de ayer, el taxista Ángel Sánchez esperó por pasajeros en las afueras del Hospital Carlos Andrade Marín. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Permanecen hasta dos horas en las paradas a la espera de clientes. Recorren diferentes puntos de Quito casi toda la mañana para conseguir pasajeros. Se ubican en las afueras de los centros comerciales, junto a sus colegas de otras cooperativas, buscando una carrera.

Esa es la realidad que viven los taxistas todos los días para conseguir más pasajeros, pues sus ingresos han disminuido. Un estudio presentado el 15 de agosto, por la Secretaría de Movilidad del Cabildo, señala que cada taxista tiene un promedio de 19 carreras al día, por las que logra recaudar USD 47. El costo promedio de cada una es de USD 3,06. En el 70% del día de un taxista no lleva pasajeros.

Este Diario realizó un recorrido en diferentes lugares de la capital y los conductores coin­ciden en que, en la actualidad, esas cifras sí responden a la realidad que viven.

Ángel Sánchez labora en una cooperativa localizada junto al Hospital Carlos Andrade Marín, de la calle 18 de Septiembre, centro de la urbe. Hasta el mediodía de ayer (30 de agosto del 2019) él reunió USD 16. Su jornada comienza a las 06:00 y termina a las 22:00. Al final junta USD 45 en promedio. “Ruedo hasta tres horas sin conseguir pasajeros. A veces recorro las calles durante una hora y apenas consigo una carrera de USD 1,50”.

Diego Lucero, quien labora en las inmediaciones del Centro Comercial El Jardín, percibe ingresos similares. A su criterio, lo que obtiene le alcanza únicamente para sobrevivir. “Así es imposible renovar el carro, como anhelamos”.

Por eso, él tiene previsto vender su taxi y el puesto el próximo año. Luego se regresará a España junto con su esposa y dos hijos, de 8 y 12 años. Cuenta que su hermano tiene dos carros que trabajan en una de las aplicaciones internacionales que brindan transporte. “Él percibe ingresos más altos”.

Lucero y Sánchez concuerdan que hace dos años su ganancia al día era de USD 60, pero ahora la situación es difícil.

Luis Zurita tiene un taxi en una compañía de Carapungo, extremo norte de la ciudad. Contrajo diabetes y entregó su vehículo a un chofer, quien le entrega USD 20 diarios. “No se le puede pedir más porque el negocio está bajo”. Al igual que Lucero, él trata de vender su unidad porque no es un negocio rentable en la actualidad.

Antes, cuando salía a trabajar, Zurita iba a su casa a desayunar y almorzar. Luego ya no lo hacía para tener más ingresos. Pasaba más tiempo en la calle trabajando, pero las ganancias eran inferiores.

Otro aspecto que preocupa a los choferes de los taxis es el crecimiento de unidades en el Distrito. Según cálculos del Municipio, la capital cuenta con alrededor de 30 000, incluidos los idóneos del proceso de asignación de cupos. Antes había 17 000 unidades.

Sobre este tema, en días anteriores Carlos Brunis, presidente de la Unión de Cooperativas de Transporte en Taxis de Pichincha, manifestó que en la capital no se necesitan más carros amarillos, pues está saturada, “ya no puede dar más”.

De otro lado, el estudio de la Secretaría de Movilidad señala que los taxistas de las zonas rurales son los que más carreras hacen (24). En la zona del aeropuerto, en cambio, se registra mayor recaudación: USD 67.

Víctor Carvajal pertenece a la Cooperativa Nuevo Aeropuerto de Yaruquí, una parroquia rural ubicada en el oriente de la ciudad. Indica que la circulación de taxis sin permisos es el problema que más afecta a los carros amarillos formales en cuanto a sus ingresos.

Considera que los controles de los agentes civiles de tránsito deben ser más exhaustivos en la localidad. “Nos han afectado porque ellos trabajan más que nosotros”, señala.

Suplementos digitales