La sospecha sobre Odebrecht ahora va hacia Toachi-Pilatón

Ayer, el prefecto Gustavo Baroja dio detalles del proyecto hidroeléctrico. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

Ayer, el prefecto Gustavo Baroja dio detalles del proyecto hidroeléctrico. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

Ayer, 29 de junio de 2017, el prefecto Gustavo Baroja dio detalles del proyecto hidroeléctrico. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO

Gustavo Baroja apareció en el auditorio de la Prefectura de Pichincha rodeado de los presidentes de juntas parroquiales y de otros funcionarios. Por más de 20 minutos habló de Toachi-Pilatón, una obra que fue adjudicada a Odebrecht en el 2007.

Primero refutó las declaraciones de Franklin Arévalo, abogado del exministro de Energía, Alecksey Mosquera, quien el miércoles 28 de junio de 2017  lo señaló como el responsable de la concesión del proyecto a la constructora brasileña.

El Prefecto admitió que él presidió el Directorio de Hidrotoapi, la empresa que suscribió el contrato con Odebrecht, pero aseguró que las negociaciones ya venían desde el 2005, es decir, antes de que él asumiera el cargo, y que no hubo sobreprecios.

¿Qué relación tuvo con Mosquera en esa adjudicación? Baroja sostuvo que el exministro de Energía, como representante del Gobierno, se encargó de garantizar el financiamiento total de la obra por parte del entonces Fondo Ecuatoriano de Inversión en los Sectores Energético e Hidrocarburíferos (Feiseh).

EL COMERCIO revisó los procesos precontractuales y contractuales de Toachi-Pilatón y allí, en efecto, se señala que el Feiseh otorgó un préstamo de USD 470 millones para construir la central.

Pero inicialmente, el financiamiento se planificó a través de tres vías: un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil, por USD 250 millones; un apoyo de Odebrecht por USD 80 millones; y el resto, USD 140 millones, con dinero del Estado ecuatoriano, según reconoció el Prefecto.

En los informes revisados por este Diario, se menciona que el 8 de diciembre del 2005, cuando inició el proceso para levantar la central, el entonces Directorio de Hidrotoapi resolvió activar un mecanismo denominado Swiss Challenge para recibir propuestas de contratistas.

Mediante ese sistema, el 30 de septiembre del 2005, Hidrotoapi conoció la oferta de Odebrecht como “primer proponente”. Cinco meses después, en febrero del 2006, ambas partes suscribieron un “acuerdo preliminar de exclusividad”, lo que le permitía a la constructora ser la primera opción en una posterior calificación de nuevas empresas ofertantes.

Ayer, 29 de junio, Baroja comentó que el Directorio de Hidrotoapi incluso contrató a la consultora Montgomery Watson & Harza para que emitiera criterios técnicos relacionados con el costo de la obra propuesto por Odebrecht.

Según los procesos precontractuales, la empresa Hidrotoapi, apoyada del informe de la consultora, pudo renegociar la oferta inicial y consiguió una rebaja de USD 9 millones.

Aunque el denominado Swiss Challenge permitía recibir más oferentes, en los documentos no aparecen otras propuestas aparte de Odebrecht. Así, en julio del 2007, Hidrotoapi adjudicó a la empresa brasileña la construcción de la central.

Sin embargo, hubo un cambio: el 1 de noviembre del 2007, el Feiseh comunicó la aprobación del crédito de USD 470 millones, por lo que se descartó los recursos de financiamiento que había anunciado Odebrecht.

¿Por qué al final se decidió que el financiamiento total sea con dinero del Estado ecuatoriano? Baroja precisó ayer que con ese cambio se evitó pagar intereses al banco brasileño y que esta era la mejor opción para iniciar la construcción de la central.

Con esa modificación, el 5 de diciembre del 2007, Hidrotoapi finalmente adjudicó el contrato a la empresa constructora brasileña.

Esto fue observado por la Contraloría en el examen especial DIAPA-0026-2008, que analizó el proceso de contratación Swiss Challenge. En su conclusión, el ente de control advierte que la Prefectura de Pichincha e Hidrotoapi, a pesar de haber cambiado la forma de financiamiento inicial, no efectuaron un nuevo proceso para contratar la construcción de Toachi-Pilatón.

Ayer, este Diario consultó a Baroja sobre el USD 1 millón que Odebrecht admitió haber entregado a “un representante del Ministerio de Energía”, por el proyecto Toachi-Pilatón. El funcionario dijo que eso pudo pasar en el Ministerio, pero en la Prefectura no. “Al Gobierno de la provincia de Pichincha ni un dólar. Nosotros estamos asumiendo lo que nos compete. Nuestra responsabilidad fue el análisis técnico, financiero, de diseño y adjudicamos”, indicó.

Precisamente, Baroja y Byron Granda, gerente de Hidrotoapi, fueron citados por la Fiscalía para hablar de esto. Ayer, el Prefecto dijo que ya entregaron sus testimonios y detallaron los procesos precontractuales y contractuales de la obra. Dijo que ambos funcionarios no son “sujetos procesales”, es decir, no son indagados.

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