Seis fincas bananeras en Colombia están en cuarentena por plaga

Representantes de 18 países de América del Sur y Central analizaron la problemática en una cita regional, en Quito. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La presencia del Fusarium Raza 4 Tropical (Foc R4T) en las plantaciones de plátano y banano en la región de la Alta Guajira, al norte de Colombia, aún no está confirmada.
Jaime Cárdenas, gerente de Protección Vegetal del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), indicó que se están desarrollando “pruebas complementarias” para poder confirmar “con toda certeza” el agente patógeno.
“Enviamos las muestras (a Holanda) el 1 de julio. Estas muestras se corren en un proceso de biología molecular para secuenciar el 100% del genoma. Ese proceso debe terminar en los próximos tres días, período en el cual recibiremos el reporte del laboratorio holandés”, explicó Cárdenas, quien participó ayer en el Encuentro Regional de Autoridades Agropecuarias, que se celebró en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, en Quito.
El Gerente de ICA añadió que en el transcurso de esta semana espera contar con el resultado de las pruebas, que forman parte de un “protocolo internacional establecido”, desarrollado por Australia.
Tras una alerta en el Departamento de La Guajira, por marchitez en cultivos de banano, el pasado 17 de junio las autoridades colombianas activaron el Plan de Contingencia, que arrancó con la cuarentena de seis fincas. Las autoridades colombianas informaron que han erradicado 150 hectáreas ante una posible presencia.
Y acotaron que a partir de la sospecha de la presencia del hongo, conocido como ‘Mal de Panamá’, se ejecutó el protocolo de diagnóstico.
El propósito de la cita que tuvo lugar este lunes 5 de agosto del 2019 en Quito era definir estrategias regionales para la protección de los cultivos en los países productores de América Latina y el Caribe. Al finalizar el encuentro se suscribió la Declaración Regional de Autoridades Agropecuarias sobre Foc R4T.
El evento contó con la presencia de ministros de Agricultura, o sus delegados, de 18 países. También estuvieron representantes de la Comunidad Andina (CAN), el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), la Cooperación Alemana GIZ, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (ICCA).
El Fusarium ya devastó las plantaciones ecuatorianas de banano en los años 60. Hoy, en una versión más agresiva, ha vuelto a prender las alertas de seguridad biológica en el país para evitar su presencia.
El hongo entra por las raíces de la planta, avanza por el tallo y marchita a la planta. Aunque el cultivo muere, el patógeno es capaz de sobrevivir. Además, la plaga puede enfermar al 75% de las variedades de banano del mundo.
Byron Flores, viceministro de Desarrollo Productivo Agropecuario de Ecuador, subrayó que el país ha venido actuando como si ya existiera la confirmación de parte de Colombia sobre la presencia de la plaga en su territorio.
“Estamos en etapa de exclusión; hemos tomado una serie de medidas a través de fronteras, puertos y aeropuertos, para evitar que la enfermedad ingrese a país”, detalló Flores. El plan de exclusión homologado por Oirsa desde el 2014 se lo aplicó el pasado 3 de julio en todo el territorio nacional.
El funcionario añadió que el país también ha desarrollado varios protocolos como la colocación de pediluvios (cajas de cemento con cal para desinfección del calzado) en el interior de las fincas bananeras, además de la capacitación a los técnicos para identificar la enfermedad en el territorio y para contenerla en caso de que se presente el primer foco.
“Es el productor quien tiene que implementar estas medidas en las fincas, necesitamos de ellos para que acojan las sugerencias y todas las prácticas y protocolos que se han desarrollado. Si hacemos la tarea vamos a poder salir adelante”, subrayó el Viceministro, quien recordó que las exportaciones de musáceas representan más de USD 3 000 millones al año.
“La bioseguridad es tarea de la región. Las enfermedades de las plagas no conocen fronteras. Para vender somos competidores, pero para combatir la plaga somos aliados estratégicos”, señaló, por su parte, el vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, presente en la cita de ayer.
Xavier Lazo, ministro de Agricultura, subrayó que “el impacto de un posible brote es incalculable”. El funcionario agregó que el 17% de la población económicamente activa depende de la actividad bananera en el país.
En contexto
En Ecuador se realizan investigaciones sobre el Fusarium Raza 4 desde el 2014. Las autoridades sanitarias del país han descartado la presencia de esta riesgosa plaga que, en su versión Raza 1, devastó las plantaciones ecuatorianas de banano en los años 60.
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